La verdad llega a golpear la puerta
de todos cuando uno menos se lo imagina, a veces tarda décadas, pero llega.
Esta vez, mientras el ex gobernador de Córdoba Juan Schiaretti se relanza políticamente como candidato a diputado
nacional por la lista de Provincias Unidas –un espacio que aspira a
posicionarse como "tercera vía" entre el kirchnerismo y el mileísmo,
con el respaldo de gobernadores de Santa Fe, Jujuy, Chubut y Santa Cruz–,
resurge el fantasma de las cuentas secretas en Suiza que lo vinculan a la
desaparición de fondos públicos durante su intervención federal en Santiago del
Estero (1993-1995).
En un contexto electoral donde
Schiaretti busca "ordenar una oposición constructiva" y duplicar su
7% de 2023 para apuntar a 2027, es hora de actualizar esta historia que, lejos
de resolverse, sigue acumulando sombras.
La noticia original que sacudió al
mundo en 2011 –y que hoy, con filtraciones como los "Secretos Suizos"
de Credit Suisse en 2022, cobra nueva vigencia– nos contó que Rudolf M. Elmer, ex
responsable de las operaciones del banco Julius Baer en las Islas Caimán,
entregó en Londres al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, dos discos con
datos de 2.000 cuentas secretas.
Estas pertenecían a unos 40
políticos, "pilares de la sociedad" y hombres de negocios que habían
amasado fortunas en "artes y conglomerados multinacionales en los dos
lados del Atlántico". Aunque la filtración no mencionaba explícitamente a Juan Schiaretti, los analistas
políticos argentinos no tardaron en orientar la versión hacia nuestro país,
sospechado desde hace décadas por el secreto bancario global.
A nadie sorprende que políticos
argentinos sean titulares de cuentas en paraísos fiscales, amparados en
legislaciones permisivas que ocultan fortunas mal habidas en detrimento de
naciones endeudadas como la nuestra. Argentina no es excepción: viejas
historias de montos siderales en sociedades anónimas, testaferros
multinacionales y republiquetas cómplices de dictadores persisten, alimentadas
por filtraciones como los Papeles de Panamá o los recientes Secretos Suizos,
que revelan cómo bancos como Julius Baer y Credit Suisse ignoraron alertas
sobre clientes corruptos, desde hijos de dictadores hasta evasores fiscales.
El cinco de julio de 2004, presenté
ante el Superior Tribunal de Justicia de Santiago del Estero una denuncia penal
por impunidad, discriminación, prevaricato, denegación y retardo de justicia,
violación de deberes de funcionario público, abuso de autoridad,
enriquecimiento ilícito y asociación ilícita, entre otros, contra Juan Schiaretti, Eduardo Fellner, Rubén
Lafouret, Jorge Busti, Mariano Rodríguez, Ángela Ledesma, Víctor Rotondo y
otros responsables de los ilícitos durante la Intervención Federal (1993-1995).
Por extensión, solo trascribo la
parte sobre las cuentas suizas, que ya entonces señalaban al socio de Domingo
Cavallo en Santiago del Estero
.QUÉ PASÓ CON LAS CUENTAS SUIZAS?
Sin dudas, la intervención en
Santiago del Estero –desencadenada por el "Santiagueñazo" de
diciembre de 1993, un estallido social que derrocó al gobernador Fernando Lobo
y llevó a Schiaretti al poder por decreto de Carlos Menem– fue el pretexto para
que la "Asociación Schiaretti y Cía."
lavara fondos provinciales a través de bancos offshore.
El miércoles 10 de junio de 1998, el
diario Clarín titulaba en su página 16:
"Escándalo Informático. Causa abierta en la Justicia de Santiago del
Estero. Investigan a Schiaretti por una cuenta de 3 millones en Suiza",
en relación al manejo de fondos entre 1994 y 1995.
La nota imputaba a Jorge Alladio, amigo íntimo de Schiaretti, subsecretario de Producción
y ex director del Banco de Inversión y Comercio Exterior (BICE), por una cuenta
personal en banca suiza. Se le encontró a Raúl
Oliva Carreras, secretario privado de Alladio, una cuenta similar, responsabilizando
a Schiaretti del mal manejo del
erario público.
La investigación, en el Juzgado de
Cuarta Nominación a cargo de la entonces jueza Cárdenas de Infante (destituida después), revelaba depósitos
irregulares de unos 3 millones de dólares de fondos públicos provinciales,
retirados sin control por Oliva Carreras pero nunca acreditados al Estado.
Ignacio Guastavino, director de la Casa de Santiago en
Buenos Aires, actuaba de nexo con Alfredo
Aldaco (ex Banco Nación) y Alladio,
recibiendo fondos del Ministerio del Interior. La jueza planeaba diligencias en
Buenos Aires e incluso un allanamiento a la Casa de Santiago, pero las
actuaciones se cajonearon: nunca trascendió resolución alguna, pese a que Oliva Carreras ya estaba imputado por
"fondos reservados".
Por esos días, una denuncia similar
apuntó a Jorge Busti, entonces
gobernador de Entre Ríos, por depósitos suizos de la época intervencionista. Busti reaccionó con un despliegue
publicitario inusual, llegando a Santiago con 19 "patovicas" para
negar todo y reivindicar sus "servicios patrióticos" a los
santiagueños.
ACTUALIZACIÓN 2025: ¿QUÉ HA PASADO EN 30 AÑOS?
Treinta años después del santiagueñazo
y casi tres de mí denuncia de 2004, el destino de los 320 millones de
pesos-dólares desaparecidos durante la intervención sigue siendo un enigma.
Las causas judiciales contra Schiaretti y su pandilla, se estancaron
en la impunidad crónica argentina: no hay condenas firmes, ni recuperación de
fondos, ni avances significativos en la Justicia santiagueña o federal.
La nota de Clarín de 1998, que citaba
fuentes del Palacio de Justicia provincial, prometía investigaciones sobre
desvíos a Suiza, pero el silencio oficial prevaleció. Filtraciones globales
como la de Elmer en 2011 o los Secretos Suizos en 2022 no han arrojado datos directos
sobre Schiaretti, pero refuerzan el
patrón: bancos suizos como Julius Baer
protegieron a clientes "problemáticos" durante décadas, ignorando
alertas internas sobre corrupción y evasión. Hoy, Schiaretti –quien en 2023 obtuvo solo el 7% en su candidatura
presidencial con Hacemos por Argentina– busca revancha en las legislativas de
octubre 2025.
Confirmó su postulación el 17 de
agosto vía video en redes, encabezando una lista con Carolina Basualdo, Miguel Siciliano y otros, bajo el sello
Provincias Unidas. Apoyado por su sucesor Martín
Llaryora, aspira a retener bancas en Córdoba (donde Milei mide alto) y
expandir su "federalismo productivo" nacionalmente, con miras a 2027.
Pero mientras desfila como
"estadista" en actos con Randazzo
y Monzó, la sombra de Santiago persiste: ¿dónde están esos 320 millones? ¿Acaso
se lavaron en Suiza vía Alladio y Cía?
Al fin de las reuniones legislativas de entonces, la barra popular gritaba:
"¿Y la guita dónde está?".
Hoy, ante esta nueva postulación del
"sinvergüenza", la pregunta resuena más fuerte. Solo resta esperar
que, en esta "crisis terminal de las coaliciones" que Schiaretti denuncia, la Justicia –o una
nueva filtración– revele de una vez la verdad sobre el latrocinio de la
Intervención Federal.
Los argentinos y en especial los
santiagueños merecemos respuestas, no más candidaturas impunes.
Fuentes actualizadas:
El País (2011): [Enlace original
sobre Elmer y WikiLeaks].
- Brevetta Rodríguez (2004): [Enlace original].
- Clarín (1998): [Investigan a Schiaretti por
cuenta de 3 millones en Suiza].
- La Nación (2025): [Elecciones 2025: Schiaretti
se prepara para ser candidato].
- Vía País (2025): [Schiaretti confirmó su
candidatura].