lunes, 9 de julio de 2018

ORGIA Y PROSTITUCION EN LA GESTION DE SCHIARETTI.- (primera parte)

Nota editorial del 05 de noviembre de 2008.-




Portada de la revista La Columna que produjo el "gran deschave" que las orgías dela "banda" Schiaretti y sus amigos. El entonces juez Lafouret les apañaba los encuentros a cambio de un bife de chorizo. 
        Los últimos días de diciembre de 1993, olía a quemado por doquier en el paisaje santiagueño.
Una semana antes un lumpen descontrolado, en parte, y a la vez dirigidos por un desquiciado y frenético propalador de infortunios, entre otros, habían pretendido “purificar” con fuego el estadio de los tres departamentos del Poder.
Y no conformes con ello –también estaba planificado de antemano- ejercitaron el saqueo organizado, tomado por asalto domicilios particulares, apropiándose de la totalidad de valores y bienes que encontraron en sus caminos, destruyendo archivos y piezas histórico-culturales, desde una irracionalidad primitiva, que nunca más se podrán reponer y que hoy no nos cansamos de lamentar.

Los santiagueños, por esos días nutrían su opinión desde las mentiras “pagas” que publicaban los medios de prensa de entonces.
Quince años después se puede concluir que se manipuleó la información, induciendo a pensar que por obra y culpa del gobierno constitucional, no se pagaban los sueldos, que la corrupción era una constante y que la provincia solo podría restablecerse mediante los buenos oficios del nuevo Interventor enviado con el acuerdo Menem-Cavallo.
El paso del tiempo convalida estos dichos. Nunca de descubrió, ni se probó la tan mentada y declamada “corrupción del poder”, muy a pesar de la exhaustiva investigación llevada a cabo por los recios interventores que arribaron con la consigna del “mani pulite” (escondida en el bolsillo de tras) a juzgar por los hechos.
Lo que sí quedó en claro, es que la gestión de Juan Scharetti fue la más inmoral, ilícita y pervertida que se tenga conocimiento en la historia de Santiago del Estero.

EL PUNTO DE PARTIDA

María del Pilar Bermúdez, fue en vida casi una leyenda dentro de las filas del Partido Justicialista. Militante de la primera hora, ocupó cargos de relevancia dentro de la estructura partidaria. Tucumana de nacimiento, estaba radicada en la provincia de San Salvador de Jujuy y había resultado electa Diputada Nacional, en el mismo momento en que Juan Domingo Schiaretti se entretenía conformando su conocida “banda delictiva” con improvisados funcionarios arribados de distintos lugares, quienes se harían cargo de la Intervención Federal en Santiago del Estero, la que se había pergeñado en la Capital Federal para evitar el naufragio anticipado del funesto plan económico de Cavallo.

Así es como la entonces Diputada por Jujuy, por intermedio de Eduardo Fellner -designado Sub-Secretario de Gobierno de su amigo Schiaretti- “recomendó” a su sobrino Néstor Gambarte para que formara parte de la comitiva que asolaría las arcas publicas santiagueñas por espacio de quince meses.
Pero, como éste joven no poseía antecedentes en la arena política, lo contrataron como el “libero” del gabinete para que realizara alguna actividad en el espacio concedido a la juventud peronista, que según él conocía la perfección.
Esto le permitió a Gambarte moverse con cierta tranquilidad dentro del entorno del Interventor, compartiendo la intimidad del antes y el después de la gestión gubernamental.

“Espero que se investigue. Estoy dispuesto a declarar ante la Cámara de Diputados si esto fuera necesario” (1)

Y SANTIAGO ERA UNA FIESTA

Mientras desde el Poder central se enviaban fondos a raudales para los “gastos” de la nueva gestión provincial, que meses antes negaron disponer, nadie imaginaba el pedrigue de de los acompañantes del elenco gubernamental que habían conformado.
Digamos, la “catadura moral” al decir de Eduardo Fellner quien ya venia siendo cuestionado por sus conocidas “fiestas privadas” en el recinto de la Cámara de Diputados de la Nación, desde donde lo enviaron a ocupar un cargo de segunda línea en tierra santiagueña.

Néstor Gambarte, declaraba que no tenía cargo alguno en la administración publica, pero: “Tengo el apoyo a nivel nacional de mi tía que es diputada… y ella me apoya en todo para que Yo junte todo sobre Santiago. Juan Scharetti me mandó a llamar. Me ofreció varios cargos políticos dentro de la administración pública. Los rechacé a todos” (sic)

Mientras tanto se conocían extraños movimientos desde el Ministerio de Economía a cargo de Domingo Cavallo, quien como no podía aportar “dinero blanco” a las arcas de los interventores, que como se sabe, antes había negado a las autoridades depuestas, remitía millones de dólares en ATN (aportes del tesoro nacional) que en varias ocasiones se depositaron en cuentas de particulares para no despertar sospechas, pero a pesar de todo trascendieron y fueron publicadas en numerosos medios: “ El Investigan a Schiaretti por una cuenta de 3 millones en Suiza en relación al manejo de fondos de la intervención entre 94 y 95. Investigan a Jorge Aladio. La nota en cuestión narra como se encuentra imputado en una causa por “fondos reservados” Raúl Oliva Carreras, secretario privado de Aladio” (2)

“-Si, tuve varias reuniones con gente de la Intervención, inclusive Schiaretti.- relata Néstor Gambarte. Y participé de un par de fiestas que hicieron en la casa-finca de Schiaretti y no me gustó mucho porque vi algunas personas que se propasaban del limite de alcoholismo y ese tipo de cosas, siendo funcionarios y ministros…
Por ejemplo Oraldo Senn. No me gustaba lo que hacía. El comportamiento de él a nivel de mujeres y esas cosas. Había alrededor de ocho a diez mujeres, pero desconozco e donde son, hay algunas que tenían una tonada un poco extraña.
No. No eran familiares de ellos. Eso era lo que me preocupaba. O sea no me gustaba eso.”


Fuente: (1) Revista La Columna No. 101, pag. 18/25.-

(2) Diario El Clarín, 16/6/98, pág. 16. 

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