jueves, 13 de febrero de 2020

MANOSEO Y DEGRADACIÓN DE LA JUSTICIA EN SANTIAGO DEL ESTERO

Juarez, Schiaretti, Fellner, Menem los cultores de la degradación política judicial. Hicieron de Santiago del Estero una probeta para realizar ensayos que culminó con la credibilidad del ciudadano. Llegaron a Santiago a "poner orden" y se fueron saqueando las arcas estatales. Un pacto posterior impidió que fuesen investigados
                                      Se cumplieron 26 años desde que irrumpió la penúltima intervención federal en Santiago del Estero, cuya gestión asoló las arcas del erario público provincial, dejando un saldo en rojo de más de 300 millones de dólares, (1) saqueo que fue “archivado” en parte, por personeros de la Nación y por quien sucedió a la gestión federal en 1995.
Es decir que entre Carlos Menem, Domingo Cavallo y Carlos Arturo Juárez acordaron para que la banda de Schiaretti y su clan de foráneos se retirara de la provincia sin ser previamente investigados, asi esa escandalosa gestion no pasó por la justicia y las denuncias impetradas dormiran para siempre en algun archivo de tribunales.
Como resultados de esa espuria maniobra, los directos responsables del descalabro local hoy son reconocidos entre los referentes más ricos de la Argentina: Juan Schiaretti y Eduardo Fellner -quienes continúan “atornillados” a la silla del Poder desde hace mas de dos décadas- es decir en la total impunidad, nunca fueron investigados por los hechos de corrupción que se les adjudican.
Se sabe que el transcurso del tiempo resulta perjudicial en la investigación de un ilícito y el mismo atenta en contra de la eficacia en la procura de la prueba, como que también se enfrenta a los límites legales que le impone el ritual en materia de prescripciones, caducidad, preclusión, etc. son interrupciones que encuentran su razón de ser, en principios elementales que impiden que las causas se mantengan sine die en los anaqueles del olvido tribunalicio.
Hace un par de años el diputado nacional Ramón Puerta, ingresó una iniciativa legislativa, buscando incorporar el artículo 62 bis al Código Penal argentino. La idea es agregar el instituto de la imprescriptibilidad de la acción penal de aquellos delitos perpetrados en contra de una administración pública, siempre y cuando estas acciones se hubieren iniciado dentro de los plazos legales
Recientemente el diputado, Hugo Maldonado también  presentó  un proyecto de ley que promueve la imprescriptibilidad de los delitos de corrupción que se cometan a causa del ejercicio de la función pública y que produjeran un grave daño al patrimonio público. Esta iniciativa aspira intervenir en los delitos previstos por el Código Penal en los capítulos XI, contra la Administración Pública, y XIII, contra el Orden Económico y Financiero.
Como fundamento de la iniciativa el autor del proyecto agregó que; “hoy, muchos ciudadanos le temen al gobierno y por eso no aportan testimonios ni pruebas” ya que “cada peso que desaparece de los objetivos planteados originalmente por los estados provinciales en los presupuestos, aparece en los bolsillos de los funcionarios y falta en los servicios que debe prestar el Estado”. (2)
Así como hay quienes afirman que la inseguridad en la Argentina es solo un estado que apenas se aproxima a la “sensación”, también la corrupción generalizada aflora en la comunidad con el mismo grado de “sensación”, con el agravante que a diario se conocen situaciones que debieran ventilarse en los estrados judiciales y sin embargo se mantienen sin vigilancia, ni investigación de ninguna especie.
Nuestro país afronta en estos momentos una crisis severa de credibilidad y a juzgar las distintas situaciones que nos colocan en el plano internacional, mediante la repercusión periodística, se observa un decaimiento paulatino en la imagen de país serio que en otrora nos caracterizó.
A todo esto, “en Bolivia se aprobó en marzo del 2010 una Ley Anticorrupción que declaró imprescriptibles los delitos de corrupción. Se trata de la Ley 004 de Lucha Contra la Corrupción que determina que los delitos cometidos en contra del Estado son imprescriptibles y sus autores sean juzgados con retroactividad.” (3)
Se espera que las iniciativas presentadas en el parlamento nacional tengan urgente tratamiento y se transformen en ley, como una consigna alentadora que le permita al ciudadano, contar con la seguridad de que, a quienes elige para administrar los fondos de todos, tendrán que rendir cuentas en el momento oportuno, sin que evento alguno los siga cubriendo con el remedado manto de la impunidad.

Pasa el tiempo, pasan los gobiernos y el problema sigue intacto, como decía el General Perón, solo el perro se rasca para afuera. El hombre observador, más si actúa en política, piensa diferente al perro y es por ello que la “rascada” es interna y ahora se la acumula en bolsos y se la pesa, en lugar de contarla.

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