viernes, 8 de septiembre de 2023

EL TONGO SCHIARETTI: CRÓNICA DE UN FRAUDE ANUNCIADO


       
                
Nadie se explica la razón por la que este siniestro personaje continua gobernando la provincia de Córdoba. Amigo del fraude y de las cosas ajenas, lo colocan en el primer puesto de los funcionarios que siguen en el poder desde el comienzo de la ultima democracia.
                                      
       
                   Desde hace bastante tiempo venimos anunciando que la reiterada conducta de tendencia delictiva que caracterizan los actos políticos de Juan Schiaretti  y su banda, mas tarde o mas temprano requerirán  de la acción judicial, toda vez que están dadas objetivamente las condiciones para ello, ante la existencia de numerosas denuncias sobre ilícitos penales cometidos en el ejercicio de sus funciones las cuales inexplicablemente se mantienen en carácter y categoría de “cajoneadas” porque éste individuo continúa amparado en los fueros que lo inmunizan desde el comienzo de la vida democrática.

La calamitosa gestión que lo tuvo como Interventor Federal en Santiago del Estero 1993/1995 en complicidad con Carlos Menem, Jorge Busti, Eduardo Fellner y su “gestor” Domingo Cavallo, entre otros dejaron al desnudo a éste “camaleónico” y permeable funcionario, en cuanto al malicioso y temerario accionar que suele imprimir a las gestiones administrativas que se le encomiendan, pues ya es sabido que a su paso siempre queda una estela delictual  que huele a ocultamiento o impunidad.

Durante estos últimos meses recibí numerosos mensajes, vía correo electrónico, casi todos provenientes de la ciudad de Córdoba, dando cuenta de lo pernicioso que resultaría para esa provincia un posible triunfo en las recientes elecciones para Gobernador de este inefable y audaz manipulador de la cosa política. Todas las misivas ingresaron a mi página web: (www.brevettarodriguez.com)  y todas ellas fueron contestadas, advirtiéndose a los interesados que el “efecto Schiaretti” es como una suerte de pandemia, que se viene ramificando sin control a lo largo y ancho del  país, como que no hace falta ejemplificar.

Y así fue. Días antes del acto eleccionario se palpó en el ambiente un micro clima, con rumor a gritos, de una posible burla al electorado provincial.

El mismo Schiaretti se encargó de anunciar a viva voz más de quince puntos de ventaja, sobre cualquiera sea su adversario. Estaba tan seguro de que sería ungido Gobernador a cualquier precio, que hasta se dignó a debatir ante los medios con los dos candidatos mejores posicionados de conformidad a las encuestadoras contratadas por el aparato estatal.

Ese debate lo dejó muy mal parado y desde esa fecha las acciones del candidato Juez  subieron considerablemente, cotizando en el mercado electoral como carta de triunfo y “favorito” al mejor estilo burrero.

TU PÁLIDO FINAL

Inexplicablemente apenas cerrado el acto comicial  se mostró a una vez más a un  Schiaretti exultante, eufórico de una irresponsable vanidad, anunciando un ¿triunfo? aplastante, como si de antemano le habrían acercado los resultados como por arte de magia. Del otro lado, una oposición mesurada exigía a los gritos: calma y prudencia, porque los números que se estaban manejando no eran coincidentes con los del oficialismo.

La formula Unión por Córdoba, llamó a festejar a la plaza principal, pero no fue nadie. Y de ahí en más se marcharon a la Casa de Gobierno perdiéndose en medio de un silencio cómplice que angustiaba a propios y extraños. El actual Gobernante –padre de la criatura- se encerró en su despacho y no quiso salir a mostrarse en público con el rostro de un Jano autóctono que por una parte exhibía un puñado de laureles y por la otra el sinsabor de una derrota sin atenuantes.

Una provincia de la entidad de Córdoba, dotada de la más moderna tecnología en la era informática, sin ningún pretexto válido, se negó a realizar un escrutinio en tiempo real y normal. Ello despertó la duda y ésta exhibió ante la mirada atenta de todo el país, una cadena espuria de manipulación, manejo discrecional, impunidad y dirigismo oficial, hasta llegar al ocultamiento de un acto comicial escandaloso, imposible de ser revertido sin apelar a  practicas delictivas.

Tres días después entre la efervescencia de un pueblo pidiendo claridad y transparencia, se vio a un De la Sota ensayando públicamente una exhortación poco creíble dirigida a quienes son los responsables de administrar Justicia en su provincia, muy lejos de advertir que un sistema que no puede atemperar los desbordes que acontecen a diario en el seno de un Poder Judicial obediente o adicto al Poder político de turno, hace sucumbir la cláusula garantía que la comunidad le ha encomendado al Estado constituido.  Ello es así, pues nadie parece estar dispuesto a encarar ésta cuestión con los elementos idóneos que conformen a las partes en conflicto.

Esto es “tongo” dijo el pueblo de Córdoba reunido espontáneamente al frente mismo de la Casa de Gobierno de donde se sospecha que proviene el mal manejo de la cosa que es publica.

Todos saben que en esa casa tienen escondido al “Barrabas” a quien se pretende proclamar por medio de la fuerza. Pero, en la política nada es casual. Siempre hubo una tendencia a perpetuarse en el Poder pretendiéndose imponer sucesores, confundiéndose al sistema democrático con la monarquía. 
¿Confusión o despropósito? Sabe el pueblo soberano, que esas experiencias fueron siempre negativas.

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