Por Dr. Miguel A. Brevetta Rodríguez
I- Introducción.-
Las secuelas que deja el
post-Covid 19 entre quienes resistieron al virus, cada día se inscriben en un
interminable listado de enfermedades, muchas veces no registradas, ni
contempladas por la autoridad de aplicación, produciéndose un vacío informativo
que debiera ser enmendado, por la importancia de sus consecuencias
A diario se registran casos con
connotaciones diferentes, relacionados con este padecimiento, respondiendo a
las más variadas afecciones que casi comprometen todo el ámbito viral desde
donde parten las más variadas dolencias que se van conociendo.
Las autoridades sanitarias
tienen previsto este escenario, por lo que han generado una serie de complejas
prescripciones en busca de atenuar esta situación, pero en lugar de facilitar
el acceso a un remedio inmediato, producen un desconcierto entre los afectados,
atento a la tramitación engorrosa, prevista para ese auxilio.
II-
Variada sintomatología.
Se continua denunciando, que
son numerosos los afectados del sexo masculino quienes se ven perjudicados en
su desempeño sexual a partir de los efectos del post Covid y “alertan que los problemas de disfunción
eréctil se acumulan en los consultorios de urólogos del Hospital Miller de la
Universidad de Miami que en un principio confundieron los casos con stress
pandémico. Todos tenían en común haberse recuperado del Sars-CoV-2 en Los
Estados Unidos”[1]
También se detectó en pacientes
fallecidos, que existe: “edema e
inflamación del tejido testicular por lo que los pacientes responden a una
cantidad reducida de testosterona, con un daño vascular, por lo cual es muy
probable que afecte al sistema vascular como un todo y también al que irriga al
pene, lo cual llevaría a un mal funcionamiento eréctil”[2]
La fatiga muscular, es otro
de los síntomas recurrentes que afectan a los post-Covit, así tenemos que: ”las secuelas más difíciles que afronta un
paciente son problemas musculares, miopatías y el síndrome asténico, que a
algunos les lleva hasta seis meses poder subir una escalera. Lo más afligente
es que no saben cuánto durará esta dolencia”[3]
Los especialistas del
Hospital de la Universidad Médica de Tokio informaron que un hombre experimentó
insomnio y ansiedad mientras estaba infectado con el virus y más adelante sintió
un malestar anal profundo e inquieto.
Se le realizó una
colonoscopia encontrándose hemorroides internas y llegaron a la conclusión que padecía
del síndrome del ano inquieto que “es una
variante del RLS que también se lo relacionó con una pequeña cantidad de casos
de Covid-19. El RLS es un trastorno por el cual una persona tiene la urgencia de
mover las piernas para detener algunas sensaciones como picazón, ardor u
hormigueo. Es una enfermedad común que afecta el sistema nervioso y se puede
dar también en los brazos, piernas, cara y pecho”[4]
Estos síntomas aparecen
inmediatamente después de haber contraído el virus, y en algunos casos
transcurridos varios meses. También dichos síntomas “incluyen fatiga, dificultad para respirar y disfunción cognitiva, pero
también otros que repercuten en el funcionamiento
cotidiano… pueden persistir desde el inicio de la enfermedad o fluctuar o puede
haber recaídas con el tiempo… se dan con frecuencia en mujeres, personas de
mediana edad y en aquellos que mostraron más síntomas inicialmente” [5]
Actualmente se conoció un
estudio realizado en América Latina detectándose que un porcentaje
importante tenía síntomas de depresión
mayor, producto del Covid y de los efectos de la pandemia. Tenemos acreditado
que “las personas recuperadas
experimentan dificultades persistentes de concentración, dolores de cabeza,
ansiedad, fatiga o trastornos del sueño. El stress postraumático daña el
corazón del que tuvo Covid ”[6]
Si bien no se puede
establecer fehaciente una relación causal, se reportaron casos de parálisis
facial dentro de las neuropatías post Covit. Esta afección “consiste en la pérdida total o parcial del movimiento muscular
voluntario en un lado de la cara y se produce por un fallo en el nervio facial,
que no lleva las ordenes nerviosas los principales músculos de la cara”[7]
Finalmente se conoció que “la infección por Covid-19 se posicionó como
una de las causas de nacimientos prematuros… es que en la embarazada con Covid,
grave, que necesite asistencia respiratoria mecánica, es difícil mantener en
posición de decúbito ventral. Por ello se interrumpe el embarazo a fin de
mejorar la performance respiratoria”[8]
III-
Diversidad de afecciones indiciarias.
A diario se continúan reportando
síntomas asociados con el coronavirus. Enfermedades como la hepatitis graves en
niños, está causando alarma entre la población mundial. “La revista científica The Lancet plantea la hipótesis de que los casos
de hepatitis agudas en niños, podrían ser consecuencia de la infección por
adenovirus con trofismo intestinal.”[9]
La dolencia avanza entre
otras sobre la región craneana, así “el
daño cerebral del covid-19 puede suponer una pérdida de diez puntos de
coeficiente intelectual. Investigaciones de la universidad de Cabridge calcula
que el deterioro es similar al experimentado entre los 50 y 70 años de edad.” [10]
Este tipo de dolencia
resulta demasiado abarcativa ya que por ahora no encierra limites conocidos.
“el estrés postraumático es un desorden muy importante que puede desencadenar
en el consumo de sustancias, la depresión e incluso el suicidio. Nuestro país
destina poco presupuesto y recursos
económicos para la salud mental. Es una contradicción”[11]
Se afirma también que el
corona virus podría alimentar una pandemia de demencia. La OMS calculó que solo
por el envejecimiento de la población, las personas con esta dolencia en el
mundo pueden superar los 80 millones en 2030.
Se anuncia que “los síntomas más leves como la fatiga
mental, los problemas de memoria, de lenguaje (dificultad para recordar
palabras) o de concentración que forman
parte del abanico del covid persistente, pueden ser una constatación de que el
efecto de la enfermedad sobre el cerebro, no es infrecuente”[12]
Al igual que sucede con los
pulmones y otros órganos, esta reacción puede ser la que deje secuelas en
tejidos cerebrales o cause un conjunto de factores como la falta de oxígeno y
riego sanguíneo, el bloqueo de vasos sanguíneos por trombos o incluso pequeñas
hemorragias.
IV-
Legislación abrumadora y mal aplicada.-
Los responsables de la salud
pública, introdujeron un sinfín de legislación tendiente a morigerar económicamente
los efectos del post-Covid, pero a decir verdad hasta la fecha no lograron
simplificar la maraña de situaciones hostiles que se generan en contra del damnificado,
a la hora de exponer su situación en busca de la protección estatal.
No se entiende la razón, por
lo que se dispuso que la tramitación tenga un exclusivo origen virtual, cuando
es de público y notorio que el trabajador, es el que más expuesto se encuentra
ante la extensión del virus, por ser agente de riesgo y en la mayoría de los
casos, que se produjeron en el interior del país, estos no tienen acceso a la
vía informática.
Resulta que el trabajador siempre
comprometido al riesgo, es presa fácil, para no solo contraer el virus, sino
para repetirlo y mantenerlo, y en lugar de simplificarles los trámites para que
se reparen los daños causados, lo revictimizan por intermedio de trámites
engorrosos, que en contadas ocasiones obtienen la asistencia a la víctima.
Resulta necesario advertir
que están complicando, lo que debiera ser una ayuda para el afectado, mediante una
serie de resoluciones y decretos que nada aportan a lo que debiera ser un
trámite ágil, de conclusión inmediata, mientras tanto el enfermo deambula en
busca de letrados e intermediarios, que puedan interpretar el camino correcto
al beneficio.
Por ahora la burocracia
administrativa, bien puede ser interpretada, como otra secuela del post covid, que extiende sus efectos
sobre al trabajador infectado.
.
Ref:
[2]
Dra. Laura Palermo, viróloga residente en Estados Unidos.
[3]
Dra. Monina Salvatierra Directo del
Hospital Mama Antula Santiago del Estero.
[4]
BMC Infectious Diseases , revista especializada
[5]
Organización Mundial de la Salud (OMS) Dra. Janet Díaz Jefa de Gestión Clínica
de la Agencia sede ONU en Ginebra
[6]
Dr. Ricardo López Santi Miembro de la Sociedad Interamericana de Cardiología. diario
el Liberal, 8/10/2021.
[7]
Dr. Miguel Jacobo. Neurólogo. diario El Liberal “Los casos de parálisis facial
fueron citados dentro de las neuropatías post Covit. 10/11/2021
[8]
Dra. Norma Ansani de Rojas. Comité de lactancia materna de la Asociación de
Pediatría de Santiago del Estero. diario El Liberal, 15/11/2021.-
[9]
Informe Petter Brodin y Moshé Arditi.
[10]
Diego Lilio en Niusdiario.es.
[11]
Cristian Garay Subsecretario de investigación y docente de la Facultad de
Psicología de la Universidad de Buenos Aires (UBA)
[12]
Financial Times. Dar Andrew Josephson Universidad de California.
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