Acabo de ver en la señal de Neflix “Llámame Francisco” (en italiano: Chiamatemi Francesco - Il Papa della gente) se trata de una película biográfica italiana de 2015, sobre los años previos al Papa Francisco.
La vocación sacerdotal sobre todos los enigmas de la vida, se muestran
evidentes en los años jóvenes por donde transitó Jorge Bergoglio, quien a pesar
de las tantas peripecias vividas en los duros años de la dictadura argentina,
supo sobrellevar el peso de tantas injusticias…
Esa profunda militancia cristiana, asociada a la enseñanza de los
santos evangelios,sin duda fortalecieron su espíritu, ante el clamor de los más
necesitados que acudían en su búsqueda para poder mitigar tanta miseria junta
en los barrios periféricos porteños de entonces.
Se mostró una persecución feroz en contra de una juventud que exigía
cambios urgentes, procurando arremeter frente a la miseria imperante, pero la violencia de la
sinrazón fue quien arremetió en contra de ellos, que luchaban a cara descubierta
por sus ideales, frente a un imperio fuertemente armado conformado para
desintegrar voluntades desde la tortura hasta la muerte.
Vi un sacerdote sencillo y austero ingresar a las villas miserias,
descubriendo azorado las tristes imágenes que entrega la miseria, desde el
hambre, la enfermedad y el desconsuelo solamente desentrañado desde la caridad
cristiana.
Vi un cura llorando de rodillas cuando recibió la noticia de lo
sucedido en La Rioja, cuando los sacerdotes eran asesinados o
desaparecidos, entre ellos Carlos de Dios Murias y Gabriel
Longueville muertos en Chamical el 18 de julio de 1976, y días después el Monseñor
Enrique Angelelli: llamado el Obispo de los pobres, asesinado el 4 de
agosto del mismo año, en el mismo paraje donde se informó que se trató de un “accidente”.
No le fue fácil al cura jesuita, aceptar el cargo que le ofreció en
persona, monseñor Antonio Quarracino,
quien le exhibió una carta del Papa Juan Pablo II que lo nombraba Obispo titular de Auca y
Auxiliar de Buenos Aires el 20 de mayo de 1992. No se trató de una
distinción por su labor, fue una orden del Papa, que no podía dejar de cumplir.
Jorge Mario Bergoglio, anduvo por Alemania
antes de ser destinado en Córdoba, como padre provincial de la Compañía de
Jesús en la Argentina, durante seis años, tuvo a su cargo la Universidad
Católica de Córdoba (UCC) lugar en donde pudo ocultar y proteger a jóvenes que
pregonaban ideales que la dictadura repudiaba y que repelió con la fiereza de
las armas, sin disimular detenciones arbitrarias, condenas sin juicio previo y
asesinatos oprobiosos, como arrojar personas vivas y maniatadas desde los
aviones, hacia una muerte segura en los mares argentinos.
Precisamente en su estada europea conoció el santo fervor por la Virgen
Desata nudos por quien sintió una fuerte devoción. Este nombre le fue revelado
en la Alemania en los años 80 y la propagó en nuestro país. Desde entonces la Virgen
Desatadora de Nudos es considerada una intercesora para resolver los dificultades
y conflictos de la vida, representados como "nudos" que la Virgen
desata.
Lo que sigue es
historia reciente y conocida, el cura villero estaba destinado a seguir un
nuevo camino. Recuerdo cuando
exactamente el 13 de marzo de 2013, el cónclave que se
celebró tras la renuncia de Benedicto XVI lo eligió como el primer Papa
jesuita y el primero proveniente del hemisferio sur.
Ese día que bien
recuerdo, claro que me brotaron lagrimones al conocer la noticia, es lo mismo
que me acaba de suceder cuando llegó el fin de esta película. Párrafo aparte
para la actuación del actor Rodrigo de la Serna
A Francisco lo aguarda
un nuevo camino, que no es otro, que el que lo conduce a la santidad. Tenía que
decirlo y escribir estas líneas…
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