sábado, 9 de septiembre de 2023

ROBERTO RUBEN LAFOURET, EL JUEZ TÍTERE DE SCHIARETTI


Llegó con una valija de cartón y se fue de la provincia en un camión de mudanza. Claro, rico... como todos los foraneos de la intervencionEl·"gordito" Lafouret era conocido en los pasillos de tribunales por sus atuendos reñidos con las mas elementales normas  de la elegancia y por su situaciòn económica deplorable
   Hace unos días la crónica periodista informó sobre la extradición a Santiago del Estero, de un cordobés delincuente que se mantuvo prófugo por espacio de 17 años. El mismo debe rendir cuentas por haberse llevado del ex Banco Provincia, con total impunidad, más de un millón de pesos.

Era el tiempo en que otro delincuente que estaba al frente del Poder Ejecutivo en calidad de Interventor Federal, esquilmaba el erario público provincial, con la misma desfachatez con que lo hizo el ahora extraditado. La crónica de referencia fue ilustrada con fotografía de la época, mostrando al entonces Juez de la causa: Roberto Rubén Lafouret, un don nadie que trajeron a la provincia para que se haga cargo de las causas "armadas" por el jefe de la banda Juan Schiaretti.-

Todos recuerdan las circunstancias en que se intervino la provincia (1993) cuando el ex Presidente Carlos Menem pulseaba a diario –por espacios de poder- con el poderoso Ministro de Economía Domingo Cavalllo, quien no tuvo mejor idea que imponer la designación de uno de sus hombres de mayor confianza: Juan Domingo Schiaretti, como el "salvador de la patria", que llegó con su propia banda de improvisados funcionarios, foráneos todos, para llevarse hasta el último peso de la hacienda pública.

Muchos se preguntarán aun: ¿Quién es Roberto Rubén Lafouret?  Se trata de un oscuro abogado del foro cordobés que arribó a la provincia para jurar como Juez del Crimen de Quinta Nominación, jurisdicción en donde se hicieron recaer todas las causas de tinte político, para que pudiesen ser manipuladas, tanto por el Interventor Federal, como así por su entonces sustituto, el impresentable Eduardo Fellner al frente del Ministerio de Gobierno.

Este juez “títere” al que muchos bautizaron como “Danny DeVito” por su notable parecido con el actor estadounidense, llegó a la provincia con una valija de cartón color marrón y terminó rico, regresando a sus orígenes en un camión de mudanzas, producto del obsecuente y vil desempeño que signó su paso por nuestro alicaído Poder Judicial.

Llama la atención que en el juzgado de éste funcionario recayeran las causas más emblemáticas de la época. Los sucesos del 16 y 17 de diciembre de 1993 que motivó la Intervención Federal, los famosos “cheques de Civallero” hoy funcionario de alto rango en el gobierno de Córdoba, el millonario robo al Banco Provincia por más de un millón de pesos, la causa en que por un desgraciado accidente automovilístico, falleció la entonces mujer de Oraldo Senn, actual diputado provincial también de Córdoba, donde se excluyó al juez natural y se secuestro un maletín repleto del billetes.  Obvio que las causas del accidente jamás arrojaron resultado judicial.

Lafouret, mandó a detener a todo el gabinete provincial, incluido el ex Gobernador Carlos Mujica. Sin ningún tipo de pruebas, vulneró el derecho de defensa en juicio y el debido procedimiento durante todo el tiempo que se mantuvo en el cargo, hasta que resultó reiteradamente denunciado por su inoperancia e impericia, lo que motivó su ascenso a Camarista del Trabajo, colocándose en su lugar a una dupla –Juez y Fiscal- que no exhibieron la menor idea de administrar justicia, al los que no vale la pena mencionar.

Sin dudas que fue Juan Schiaretti, entre otros, quienes lograron la prostitución y degradación de la justicia santiagueña, que aun no encuentra rumbo cierto que la coloque en el camino del deber ser.

Resulta preciso recordar estos episodios, que aun forman parte de la larga cadena de impunidad, que quedan pendientes de juicio justo en nuestros tribunales. 
Los estoy presentando con nombre y apellido, para que nadie olvide sus antecedentes, pues puede ocurrir que por la mala memoria colectiva, tengan la osadía y el atrevimiento de pretender asumir un cargo, en donde una vez mas, la libertad pueda ser canjeada por dos monedas.

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