Mantener el perfil bajo, muchas veces, suele ser perjudicial para la historia y es así como con el transcurso del tiempo, resulta una aventura tener acceso a la información, conseguir datos, gráficos, ilustraciones, etc. para argumentar teniendo por ciertos, sucesos acaecidos a nuestro alrededor, los que se tornan imposibles con el curso de los años, si el material no fue resguardado o no se cuenta con datos ciertos.
En nuestra provincia, los
hechos fortuitos, como el vandalismo inconsciente perpetrado entre el 16 y 19
de diciembre de 1993, atentaron en contra de la conservación de materiales históricos
esenciales para el conocimiento fiel de hechos irrepetibles.
En este caso en especial en
que pretendo rescatar la actividad, social, política y cultural de “Los Rodríguez”,
debo admitir que el pillaje que actuó en la depredación de edificios públicos y
privados, hace casi 30 años en esta provincia, incineró y saqueó la
prueba documental que debiera ilustrar esta nota.
La Revista Social [1]en un artículo titulado:
“Dos Perfiles”, reseñó el perfil de
Jorge A. Perkins y Navarro y el del Dr.
Atanasio Rodríguez, de quien expresa:
“Nuestra exigencia
justificada, nos ha valido conseguir la fotografía del actual Fiscal Federal
Señor Dr. Atanasio Rodríguez,
distinguido y talentoso jurisconsulto que debía figurar en nuestras columnas en
este lugar preferente.
Nos limitaremos únicamente a dar algunos datos biográficos. Nació en el año 1852 en Santiago del Estero, donde fue a la edad de 25 años nombrado profesor del Colegio Nacional de aquella ciudad, hasta el año 1881 que ocupó la Secretaria del Consejo General de Educación, hasta el año 1883 que se retiró.
En aquel entonces era corresponsal
epistolar y telegráfico de “La Nación” de Buenos Aires y colaboraba en varias
publicaciones argentinas, ejerciendo el primer cargo durante diez años.
De 1887 a 1892 fue Vicepresidente
y miembro del Consejo de Educación y al mismo tiempo dirigía y redactaba el
órgano más caracterizado de Santiago: “La Opinión Publica”, que le valió muchos admiradores.
Designado como Consejero y
Vicepresidente del Banco Hipotecario Nacional imprimió vigor a dicha
institución y su separación se consideró una perdida irremplazable para el
banco.
Fue elegido diputado y
presidió la Cámara de Diputados de 1888 a 1892, cuando gobernó Absalón Rojas, siendo también
Representante General del Banco Nacional de aquella capital y entre 1891 y 1896
abogado del mismo en esta ciudad.
Ocupó la Fiscalía de Estado
en Santiago del Estero de 1897 al 98, habiendo sido Convencional cuando la
elección del General Roca.
Ha sido en diversas épocas Presidente
del P.A.N. (Partido Autonomista Nacional) de Santiago del Estero y Presidente
del Colegio Electoral en el año 1897.
Actualmente como dejamos
dicho, es Fiscal Federal, con el beneplácito general.”
DE LAS CRONICAS PERIODISTICAS
“La dolorosa enfermedad que desde hacía algún tiempo aquejaba al Dr. Atanasio Rodríguez, ha tenido ayer su fatal desenlace con el deceso del paciente. El Dr. Rodríguez nació en la ciudad de Santiago del Estero el 2 de mayo de 1852, contando por consiguiente en la actualidad 62 años.
Hombre de ilustración
desempeñó en su provincia natal muchos cargos públicos de importancia: fue
Fiscal de Estado, consejero del Banco Hipotecario Nacional, Miembro del Consejo
Nacional de Educación y Profesor de varias cátedras del Colegio Nacional, fue
además miembro de la Convención que proclamo la formula Julio A. Roca-Quirno Costa, para la presidencia y vice de la república,
respectivamente.
El extinto actuó hace
algunos años en la política de su provincia llegando a ocupar una banca de
diputado en la legislatura. Se incorporó hace mucho tiempo a nuestra sociedad
en cuyos círculos gozaba de general aprecio. En esta ciudad desempeño elo cargo
de Fiscal Nacional hasta 1911, renunciando en este año por razones de salud. La
noticia del fallecimiento ha sido recibida con la dolorosa impresión que es de
suponer, por tratarse de una respetable persona, cuya actuación entre nosotros
la hacía merecedora de cariño y consideración de todos.” [2]
“Se acaba de extinguir en
nuestra ciudad tras un larga y serena ancianidad el distinguido abogado, doctor Atanasio Rodríguez, fundador de
una familia prestigiosa y extensamente vinculada.
Muere el Dr. Rodríguez a la edad de 62 años
después de sufrir con una entereza poco común las alternativas de una cruel
dolencia, que ha provocado en el extenso núcleo de sus relaciones honda y
sincera pena.
Dentro de la sociedad
rosarina tan cauta y escrupulosa para consagrar reputaciones el nombre del Dr. Rodríguez era una garantía
incontestable de probidad y de inteligencia recta y desinteresada.
Era el extinto un
distinguido abogado a quien rodeaban las simpatías y afectos que lo habían
hecho acreedor las prendas caballerescas que le adornaban.
Con extensas vinculaciones
en los círculos en que actuaba su fallecimiento ha de ser sinceramente sentido.
Desde la alta posición que ocupaba
por su rango propio y por su bienestar, el Dr.
Rodríguez se destacaba como un ejemplo de trabajo, ejerciendo al propio
tiempo las funciones de un noble y generoso benefactor.
Caballero sin tacha, su
hogar respetable fue siempre centro de la cultura y sociabilidad más
distinguida llenando con su prestigio el ambiente de esta ciudad, tan querida
para él.
Originario de Santiago del Estero
el Dr. Rodríguez desempeño en su
ciudad natal los siguientes cargos:
Desde 1875 a 1880 fu profesor
del Colegio Nacional.
1881-83 Secretario del
Consejo General de Educación.
1886-92 Consejero y
Vicepresidente del Banco Hipotecario Nacional.
1988-92 Diputado a la Legislatura. Habiendo sido en
los tres periodos presidente de la Cámara.
1890-92 Representante del
Banco Nacional.
1897-98 Fiscal de Estado.
1897 Elector de Presidente
de la Republica que presidio el General Roca.
Y entre otros cargos
desempeño finalmente desde 1906-11 e de Fiscal Nacional en nuestra ciudad.
Su desaparición evocara en
la ciudad de su nacimiento justos recuerdos y un melancólico y fundado pesar.
El acto de sepelio de sus
restos tendrá lugar hoy a las 3 pm en el Salvador y constituirá a no dudarlo
una imponente manifestación de duelo”
“Dr
Atanasio Rodríguez. Hondo pesar ha causado en el círculo de sus
relaciones, la noticia del fallecimiento del Dr. Atanasio Rodríguez, ocurrido ayer por la tarde.
Hombre inteligente y batallador
incansable, ocupo diversos puestos públicos en su ciudad natal Santiago del Estero,
y en esta, conquistando merecidos elogios y sinceras amistades por su actuación
correcta y su carácter.
Vinculado a nuestra sociedad
por los lazos de la amistad el Dr. Rodríguez
se granjeo el aprecio y estimación de cuantos lo trataron. Muere a los 62 años
de edad lleno de vigor y cuando su actuación como abogado era por demás lucida.
El sepelio de sus restos efectuase
esta tarde en el cementerio San Salvador, a cuyo acto asistieron numerosas
personas” [3]
“El acto de inhumación de
los restos del Dr. Atanasio Rodríguez,
verificado ayer en el cementerio de San Salvador dio lugar a una elocuente
exteriorización de pesar. Todo cuando de representativo cuenta esta ciudad,
acudió al acto del sepelio”[4]
“Dr. Atanasio Rodríguez. Falleció el 9 de junio de 1914 Su esposa Justina López de Rodríguez, sus hijos: Atanasio, María Justina, Tomasa, María
América, Angélica, María Selva, Elena Leontina y Emma Argentina. Su hermana
Salomé R. de St.John, su hermano
político Walter St John y demás
deudos invitan a sus relaciones a acompañar sus restos mortales del extinto al
cementerio San Salvador hoy miércoles 10 del corriente a las 3 ½ . Favor que se
agradecerá eternamente. Única invitación. Casa mortuoria Laprida No. 1220. Se
ruega no enviar coronas. El duelo se despedirá por tarjeta. Nota: en la Empresa
Simonetti habrá carruajes hasta las 3 y ½.” [5]
ECOS DEL SEPELIO
La intensa pena que
provocara en los círculos en que actuara y en nuestra sociedad distinguida la
muerte del respetable abogado doctor
Atanasio Rodríguez hace visto elocuentemente exteriorizada ayer a las 3.30 de la tarde al ser conducidos
sus restos la última morada.
El cortejo fúnebre que estaba
formado por un número de personas tan crecido como selecto abandonó la casa
mortuoria a la hora indicada siguiendo directamente al San Salvador, en cuya
lúgubre mansión habíase congregado también un núcleo numeroso de familias de la
relación del extinto a la espera de los despojos del malogrado doctor.
Y allí pudo verse de nuevo
renovada la gran pena que su desaparición provocara n nuestra ciudad, donde el Dr. Rodríguez por su belleza de alma
solo afectos y simpatía supo inspirar.
Antes de ser colocado el
féretro en el panteón de la familia Taborda, el Dr. José González Albornoz, pronuncio la siguiente alocución:
“Señores: una pena superior
a las emociones comunes embarga en toda su plenitud mi espíritu, que si bien
habituado a recibir golpes recios en las batallas de la vida, cuando más se
acaricia el culto de la amistad y del vínculo, más profundamente hiere el golpe
que se recibe.
Los yertos despojos de este
amigo querido, querido para su esposa, querido para sus hijos y respetado por
todos, han pagado el tributo natural del problema evolutivo de la materia.
Su acción personal queda
grabada con letra inmarcesible en el corazón de cuantos tuvimos la fortuna de
vincular de cerca su trato franco y caballeresco abierto y accesible a los más nobles ideales
de un pensamiento sano y conceptuoso, aun en los más excitados momentos del
chocar de posiciones.
Su consejo de hombre probo y
de experiencia sabia, supo conquistar el lugar que se le depara al varón
insigne que mira la honesta constitución de la familia como el pedestal de la sociedad
y de la patria.
Como funcionario público en
su provincia natal, abogado de instituciones nacionales y Procurador Fiscal de
esta ciudad caracterizo sus funciones con un sello propio, y en todos ellos
dejo bien marcada la estela de su paso, inspirándose siempre en los ideales de
la justicia.
La consideración publica
rodeo su nombra haciéndole un merecido homenaje a sus virtudes ciudadanas que
es el cimiento de las virtudes del ciudadano.
Al dar mi cariñosa despedida
a estos restos inanimados séame permitido dejar estampado para eterna memoria de
las condiciones de este hombre importante que se va para siempre del reino de
los vivos pero que deja en la familia y en la sociedad argentina una huella
profunda que nosotros al pasar junto a ella traeremos dl recuerdo de sus
grandes virtudes…
Adiós querido amigo, tierno
consuelo para los suyos que lo ven partir con el alma hecha pedazos”. [6]
Asistieron al sepelio
Dres. Luis V. González,
Marcelino Medina, Teófilo Rojas, Sandalio Alarcón, Luis Goncebatt, Juan
Quijano, Omindo Araya, Benjamín Avalos, Martin Meyer
Eugenio Pucia y Benza, Domingo
Álvarez, Néstor Noriega, Aristóbulo Enzo, José Fernández, Jacinto Rodríguez Pardo,
José E Mata, Miguel Porfirio, Ernesto J. Arias, José Meca, Juan de Rojas, Heriberto
Arias, Rufino Alegre, Juan A. Surrey,
Carlos Herrera, Luis J. González, José V. González, Jorge Mayer Basabilbaso, José
F. Caligaris, Miguel Bafico, P. Luis Zeggio, Feliz Martínez Zurbano, Juan José García,
Rodolfo F Bustos, C. García Álvarez,
Hugo Moltedo, Manuel Gigena, Luis A. Rivano, Antonio Perernostti,Francisco
Ahumada, Inocncio Zito, Pedro Galloso, José F. González, Camilo Porfitio,
Modesto barroso, Sixto Peñaloza, Bernardino Callgaris, Carlo0s María Lara, Juan
J. Noriega, Alfredo Labord, Carlos González Funes, Mariano Saracho, Rodolfo J.
Bustos, J. Monasterio, Jerónimo Van Zandaregh, Francisco J. Bravo, Carlos A.
Martinel, Ángel Tassi (hijo) Jorge Beoleto, Juan J, Trillas, Atilio B. Greco,
S.U, Sánchez, Abel Reguls, Eduardo Grandi Casanuva, Enrique J. Martinel, Juan
Soldati, Manuel s. Bravo, Simón Sánchez, Serafín Mateo, Carlos Gigena, José
Mata, Manuel Antelo, Pedro J. Duran, Sulpicio A. Correa, Antonio R. Andujar,
Jose María Compte, Francisco Ahumada Bernaldez, A. Núñez Martínez, Horacio A.
Gigena, Carlos A. Sánchez, Sinforoso Palacios, G.R. Cateura, José A Thedy,
Mariano Ahumada Bernárdez, Francisco A.S Falco, Cipriano A. Benítez, Juan C.
Palacios, A. Monts, Nolasco Argeñaras, José V. Corralz, Alfredo T Diedrich Juan
F. Danuzllo, Salomón Corrales, Arturo Gigena, Pedro A, Ríos, Inocencio S. Olmos,
Isidoro Sosa, O.F. Dietrich, Arol de Zeggio, Egleo O. Olivera, Juan M.
Palacios, Antonio A, Urrutia, Ramón Armando Martínez, Alberto Jorge Corrales,
C.M. Barroso, Rufino J. Flores, Jorge González,
Julio Ramírez, Néstor Oscar Noriega, Armando Castanigno. Emilio Moreno,
M Patrina (h), Salvador Matria, Ernesto
Acevedo, Pierina y Adelaida Tamborini, Federico P. Rojas, Cipriano Benítez y
flia, España y flia, Rosario Jonte de Solar e hijas, Amador Solar, Luisa F
Siguot, Juanita J.M del Carme Boalo, José Tazaloti, Bartolomé Delgado y Bietma,
Luis Mancocini, Alejandro Risana y Sra. y Vicente Manzolotti. Etc
HACIENDO HISTORIA
Sin duda alguna es notable
la participación del Dr. Rodríguez en los orígenes de los primeros pasos culturales
de Santiago del Estero, que lo recuerda joven entusiasta forjadores de cultura.
Efectivamente “según un artículo del diario El Norte recuperado por Orestes Di
Lullo, la ciudad capital de Santiago del Estero comenzó el proceso de
urbanización en 1866, lo que trajo como consecuencia, a partir de 1874, un
destacado movimiento cultural. También la prolífica labor periodística ofrece
datos de intensa actividad cultural” [7]
Así es como se van formando
los primeros movimientos conformado por jóvenes estudiantes “en congruencia con
estos sucesos, emerge la primera sociedad cultural, “Estudios Rivadavia”, que
Horacio Rava identifica –por los poetas que la conformaron y por su producción
en los periódicos de la época– pero no la considera el inicio de un movimiento
intelectual.” [8]
Sin embargo este centro de
estudios tuvo una entusiasta participación desde su creación y “esta fue, según
Alfredo Gargaro, la primera institución literaria, fundada el 13 de mayo de
1876 producto de la actividad del Colegio Nacional, fundado en 1869, y de la
acción de la prensa local que ofrecía espacios para la literatura.
Esta sociedad tuvo una
biblioteca pública y un salón de conferencias, y se reunía periódicamente para
que sus socios leyeran sus producciones ante un público femenino y selecto.
Estos intelectuales publicaron en los diarios El Norte, y la Prensa Libre, y
por sus colaboraciones parece que los jóvenes poetas iniciaron su tarea en
ellos hacia 1870.
En El Norte estuvo como
director Luis Varela, literato, y en Prensa Libre escribió Benjamín Abalos,
presidente de la citada sociedad; esto explica los espacios que tuvo la
juventud letrada en los citados diarios. Estuvo formada por los jóvenes
Benjamín Abalos (presidente), Mariano Gorostiaga, Manuel Argañaraz, Benjamín
Palacio, Belindo Iturbe, Benjamín Jiménez, Abdón Palacio, Anastasio Rodríguez, Froilán Soria, Luis Ponce, José Gorostiaga,
Eleodoro Juárez, J. Achaval, Tirso Yánez, Dámaso Palacio y Teodomiro Juan Paz.”
[9]
Era el despertar de una
provincia política y culturalmente activa que trascendía merced a las inquietudes
aportadas por una generación entusiasta y organizada, pues “todos estos jóvenes
habían estudiado el secundario en el Colegio Nacional, y conformaron, junto a
los movimientos estudiantiles que tenían posiciones políticas tomadas, francas
rebeliones contra el sistema político de ese momento (taboadismo), dando así
nacimiento a un actor moderno, el estudiante, que ingresaría en la escena
urbana de la capital como signo de los nuevos tiempos” [10]
EL OTRO RODRIGUEZ [11]
Es mencionado en la crónica
periodística como miembro de un grupo que enviaron coronas al sepelio: “Doctor Atanasio Rodríguez (hijo), Justina
López de Rodríguez, María Justina Rodríguez López y hnas., Walter St Jhon y Sra.,
Celina P. de Taboada, alumnas del 4to año normal, Escuela Alterna No. 2, Tomasa
R. de Guardo, Luisa Sánchez Morteo. Etc”[12]
Fue uno de los principales
oradores en las arengas provocadas por el fusilamiento del Cabo paz
Tuvo una activa militancia
en la Unión Cívica Radical, partido que representó en la Cámara de diputados de
Santiago del Estero.
También fue designado Juez
de Paz en esta ciudad, previo a su fallecimiento acontecido el 26 de junio de
1943
Ref:
[1] publicada en la provincia de Santa Fe el 31 de noviembre de 1908,
[2] (Diario
La Capital 10 DE JULIO 1911).-
[3] (El
Heraldo 10 junio de 1914).
[4] (La
Republica 11 junio de 1914)
[5] (
La Acción, 10 junio de 1914)
[6](La
Acción 11 de junio de 1914)
[7] (INTELECTUALES
POSTIVISTAS Y MODERNISTAS EN SANTIAGO DEL ESTERO (1876-1916) Héctor Daniel
Guzmán)
[8] Rava,
Horacio (1978), Panorama de las letras santiagueñas, Dirección Gral. de cultura
de la Provincia, Sgo. del Estero, p. 10.
[9] 37
Gargaro, Alfredo (1948), “Páginas poéticas del histórico pasado santiagueño”,
en El liberal, número del cincuentenario, Sgo. del Estero, p. 282.
[10] Alen
Lascano, Luis (1969), El Colegio Nacional en la cultura de Santiago del Estero,
Mimeo, Sgo. del Estero, p. 14.
[11]
Son escasos sus datos biográficos a los
que hago mención infra, desaparecidos en los sucesos de 1993.
[12]
Ídem La Acción 11 de junio de 1914
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