Nota editorial del 08 de septiembre de 2009
Hernán Tuppo y Alberto Pravia dos foráneos que recalaron en Santiago del Estero y pretendían perpetuarse en el Poder Judicial
El
desmadre institucional se extiende a lo largo del territorio nacional sin
ningún tipo de limitaciones. Este modelo argentino “para armar”, ni contesta,
ni responde, al ideal de país que aspiramos para este tiempo y para las futuras
generaciones de argentinos que pretenden volver a figurar en los cuadros
comparativos de la estadística mundial.
Pensamos
que la ficción debe tener un límite de razonabilidad dentro del contexto
político nacional, pero lo que está ocurriendo a diario en las esferas del
poder, nos lleva a confundir el drama con la comedia, lo serio con lo absurdo y
lo que “debiera ser” viene a manifestarse travestido de burla y frustración,
cuando irrumpen en la escena nacional, una banda de atorrantes que se
autodenominan “progres” y que dicen estar a la vanguardia del orden establecido
por nuestras instituciones en las que todavía creemos.
En estos días, la
prensa nacional nos informa que: Hernán Tuppo, actual
secretario de la fiscalía de Saavedra a quien el ex Interventor Federal en
nuestra provincia –Santiago del Estero- Pablo Lanusse lo ungiera Juez del Crimen de 2da Nominación entre mayo de 2004 y marzo de 2005, tenía en
su poder antes de que lo repartieran, una copia con las respuestas del examen
que estaba a punto de rendir, para asumir como Juez Federal de Paraná.
De
inmediato fue denunciado por otros aspirantes y el atorrante se negó a entregar
la evidencia cuando fue compelido por el director del concurso, quien formuló
denuncia penal en su contra, interviniendo el juez de turno, Gustavo Zonis que
ordenó requisar al concursante obteniendo de entre sus pertenencias no sólo
copias del caso que se había sorteado, sino de otros elementos relativos al concurso
que nunca podrían haber estado en poder de ningún concursante.
No
podemos menos que preguntarnos: ¿De dónde consiguió el temario y sus respuestas
este intrépido funcionario judicial que no dejó concurso sin presentarse para
acceder a una magistratura, desde que terminó sus funciones en esta provincia?
¿Tenía cómplices entre los integrantes del jurado? ¿O es que lo enviaron desde
el P.E.N. para integrar la nomina de jueces funcionales a la gestión?
Llama
la atención que ocurran estos ilícitos y que sean descubiertos, justo en el
momento en que se encuentra tan cuestionado el Consejo de la Magistratura que
viene imponiendo “con el dedo” a concursantes ampliamente cuestionados por lo
propios integrantes del cuerpo que los elige.
Este
delito infraganti en contra de la fe publica no debe dejar de ser investigado
porque atenta precisamente contra el valor justicia y sus representantes ya, “que
nadie más que el jurado debería conocer los exámenes. En este caso, lo integran
el juez de Santiago del Estero Alberto Pravia, el juez de tribunal oral y ex titular
de la Oficina
Anticorrupción Daniel Morin y los profesores Ignacio Tudesco
y Gustavo Costa (ex juez de tribunal oral). Ahora serán inevitablemente
investigados. “Son funcionarios públicos y acá puede haber un delito”, explicó
el consejero. “Esto es un escándalo –protestó Cabral y no es por culpa del
sistema de selección, es un caso de corrupción, corrupción en las personas.”
(1)
Pero,
es público y notorio que Hernán Tuppo se viene presentando desde hace años en
cuanto concurso, llama a cubrir cargos para jueces, y al parecer, hasta el
momento la suerte le ha sido esquiva.
¿No contará con adecuada preparación
profesional para acceder al cargo por meritos propios? ¿O se trata de colocarlo
por todos los medios posibles –incluido los ilegales- dentro de la estructura
judicial por ser hombre afín a la
gestión de gobierno?
Algo
huele mal y se está a punto de
descubrir, de donde proviene el mal olor.
1- Diario Pagina 12 “Candidato a Juez in fraganti” por
Irina Hauser, 6/8/2009.-
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