Nota editorial del 14 de noviembre de 2009.-
(*)("Líquido
convenientemente preparado para el cultivo de bacterias y otros
microorganismos en laboratorio// Factor o ambiente apropiado para la
proliferación de algo, generalmente perjudicial")
El
ejercicio del Poder muchas veces se asemeja al vuelo de una aeronave en
plena turbulencia, en donde de nada sirven los pilotos automáticos, y
se precisa, entre otros elementos, concentración, pericia, mas
imaginación o aptitud para sostener la nave y conducirla a puerto
seguro.
Pero,
como se sabe, la casa del gobierno parece estar presurizada, ello es
con la presión atmosférica normal dentro del recinto, independientemente
de la presión exterior, como en la cabina de pasajeros de un avión.
Nadie quiere escuchar
lo que acontece puertas afuera. Solo se oye la música sutil con recitado
oficialista, que casi siempre desafina y distorsiona, porque no se
ajusta a la realidad de los acontecimientos.
Hace un par de meses
el ex presidente Néstor Kirchner y su grupo, perdieron las elecciones
legislativas en casi todo el territorio nacional. Cuando todo el arco
político se acomodaba para presenciar la extremaunción, el derrotado, se
alzó como el ave fénix, dando a entender que nada había sucedido y que
la batalla por el poder no había concluido.
No hay peor afrenta
hacia la democracia y la comunidad, que desconocer la voluntad popular.
Sin duda que el elector, cuando emite su voto y éste resulta
triunfador, pretende visualizar cambios de inmediato. Pero resulta que
aquí no se advierte que las últimas elecciones fueron para renovar ambas
cámaras en el contexto Nación y que los quienes resultaron electos aun
no asumieron sus respectivas bancas, razón por la cual los derrotados,
navegan a sus anchas, sobre un mar que se viene en picada, mas con plazo
cierto, a la desembocadura. Y conforme a lo que se observa, pareciera
que no se dan cuenta de lo que acontece en el tejido social.
Los moyanos y sus
bravucones, salieron a bloquear la distribución de los dos principales
diarios de la Argentina, impidiendo el contacto diario entre la
información y el lector. ¿Acaso sostienen qué si éstos no llegan a las
manos del pueblo, el pueblo no se informará de la realidad nacional? ¿O
se trata de una estrategia de corte delictiva, destinada a medir
fuerzas?
Ipso facto desde la
cúpula del Poder, se mencionan la existencia de ciertos planes de
desestabilización. ¿Cómo? ¿En éste tiempo? ¿O se trata de simples
aperturas de paraguas? Mariano Grondona desde uno de sus editoriales, a
manera de ejemplo del sentimiento popular, rescató el verbo crispar y
la palabra "crispación" (irritar, exasperar) se puso de moda. Y
casualmente, es ese el sentimiento generalizado de los argentinos.
Ni falta hace recordar
que estamos viviendo tiempos de tensión y la seguridad es letra muerta
en la lista de los deberes estatales. La pérdida de valores es
manifiesta y se extrañan a los representantes serios del poder, quienes
parecen jugar a las escondidas, delegando la obligación de dar la cara
en aliados, miembros y mandatarios poco creíbles, que no cumplen con la
requisitoria popular.
Ahora parece que está
vedado el derecho de opinión o libre expresión: "En momentos en que, a
instancias del propio kirchnerismo, se deslegitima al adversario y se lo
transforma en enemigo, ninguna convocatoria masiva es aconsejable.
Cuando las disputas
son entre enemigos, la disidencia se convierte en delito y los ámbitos
de debate pierden sentido. ¿Es ésta la Argentina hacia la cual nos
encaminamos? "
"Hoy la oposición se
debate entre dos posiciones: la disputa personal entre sus líderes y una
confluencia en la tarea legislativa que condicionaría a la fuerza
gobernante. El problema es que, ante este último escenario, el
kirchnerismo podría optar por el consenso, pero también por todo lo
contrario.
En ese caso, vendrán más
tiempos de crispación, de declaraciones de guerra y de anomia. ¿Podrá
sostenerse dos años un nivel semejante de virulencia?" (1)
Es el propio poder
quien se realimenta constantemente, de elementos contrarios a la
voluntad social. Está empeñado en transigir por el camino de lo
impropio, que es lo mismo que preparar un "caldo de cultivo", que no
tardará en perjudicarlo.-
Fuente:
(1) El desborde de la prudencia, por Fernando Laborda. La Nación, 13/11/2009.-
No hay comentarios.:
Publicar un comentario