El padre Rolando Tenti, Rector
del Santuario de Mailin, manifestó en una nota periodística, refiriéndose al
algarrobo histórico en donde se encontró la imagen de la cruz, que: “El árbol
pende de un hilo, ya que está a punto de secarse… se está secando, porque ya ha
cumplido prácticamente su ciclo vital. No nos debemos olvidar que está por
arriba de los 400 años” (1)
En Santiago del Estero aun
existen ejemplares arbóreos de quebracho colorado o blanco, como así variedad
de algarrobales que exceden los 500 años de vida y se mantienen en plenitud. El
caso del árbol histórico que se venera en la Villa de Mailin, resulta atípico
toda vez que ha resultado mutilado por miles de fieles visitantes que han
cortado sus ramas, en todo tiempo y estación, para conservarlas como una
muestra de “souvenir del promesante”, otros fragmentaron sus partes en busca de
retoños perdurables, sin advertir el daño causado a una especie viviente.
Lo cierto es que el árbol del
encuentro, ha sobrevivido hasta ahora por obra y gracia del milagro de la Vida,
pues salvo excepciones, pocos han reparado en su conservación y mantenimiento,
cuando se debió dar al lugar del hallazgo y sus accesorios, las mismas
atenciones y cuidados que a la imagen venerada, pues todo es parte de un solo
suceso que no debió fragmentarse de manera alguna.
El 18 de agosto de 1972, mediante
Decreto Serie A No. 10, en gestión del
Dr. Carlos Alberto Jensen, se declaró Monumento Histórico Provincial al
Santuario en donde se venera al Señor de los Milagros de Mailin, ubicado en el
Departamento Avellaneda en Santiago del Estero.
Unos meses después, por Decreto
No. 1180 del 12 de febrero de 1973, el Presidente Agustín Lanusse, declaró
Monumentos Históricos a los Santuarios de Nuestro Señor de los Milagros de
Mialin, Nuestra Señora de la Consolación de Sumampa y Nuestra Señora de Loreto.
En mayo de 1992, durante la
gestión del Ing. Carlos Mujica, mediante decreto acuerdo se declaró Lugar
Histórico Provincial al Algarrobo de la Villa de Mailin y al Solar que lo
Alberga, en una extensión de 3.50 metros de radio, en donde conforme con la
tradición religiosa y popular apareció la imagen del Cristo de los Milagros y a
cuya vera se levantaron las primearas capillas destinadas a su culto.
De inmediato se dispuso vallar el
predio, en círculo donde se encuentra el árbol, con el propósito de evitar el
contacto con las multitudes que anualmente se reúnen para orar y venerar el
sitio histórico, así también la zona contó con una discreta vigilancia
tendiente a preservar y prevenir algún imponderable.
Después, poco se conoce en relación al árbol y su
circunstancia. Pareciera que poco significa y ha significado, para quienes debieron encargarse de su
conservación y permanencia en buen estado.
Nuestro ordenamiento jurídico adjudica derechos y obligaciones a los
propietarios de las cosas y cuando el Estado produce actos administrativos en
beneficio directo de determinados entes, a los que nutre e inviste de valores
especiales, se expande el cuadro de responsabilidad sobre los que detentan la
cosa y se sirven de ella, sobresaliendo lo elemental, que hace a su
conservación.
Tal vez debo coincidir con el
dramaturgo Alejandro Casona, en que “Los
árboles mueren de pie” pero, no necesariamente debemos contribuir a que ello
ocurra.
FUENTE:
(1)-
http://www.elliberal.com.ar/secciones.php?nombre=home&file=ver&id_noticia=100908KRI
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