lunes, 29 de febrero de 2016

POEMAS CON NEUROSIS: MADUREZ Y VATICINIO EN LA OBRA DE MIGUEL BREVETTA RODRÍGUEZ

          
         por Prof. María del Huerto Brevetta *

                                                            En torno del autor

   
              Desde la primera publicación aparecida en el diario El Liberal, apenas salido de la adolescencia, hasta la última de diciembre de 2001, transcurrieron 35 años en que su creación literaria se mantuvo activa y expectante tras las ricas etapas vivenciales sorteadas por la generación del 70, al igual que quienes incurrieron en este género de las letras argentinas.
 La aparición en libro orgánico de la primera selección de poesía compilada en "Santiago siete poetas " (1972) descubrió al autor manejando con extrañeza una profunda espontaneidad en la temática escogida, lograda con acierto, sobre una expresión simple, armónica y coherente que invita desde la lectura a la proyección musical, tal como se plasmara más adelante, cuando notorios músicos locales lo hicieron incursionar en el área del folclore, disciplina ésta que le fue desconocida al comienzo de su inicio en el ámbito cultural.

En la obra que nos ocupa " Poemas con neurosis " (1973) nuestro autor se presenta plasmado en un vasto poemario, tras una reflexiva cosmovisión del hombre insondable que se indaga a si mismo acerca de los límites de su condición humana.
Digno es mencionar también su obra musical, marca registrada del mismo autor con: " Personajes populares santiagueños " en la cual destaca la trayectoria o el buen nombre de ciertos comprovincianos sobresalientes en distintas disciplinas.
Otra de sus obras es; "Devociones populares Santiagueñas " en la cual se musicaliza desde su poesía  a las fiestas religiosas tradicionales de Santiago del Estero, esto lo coloca de frente a la consulta de quienes indagan acerca de la cultura lugareña que lo vincula con la expresión folclórica de su tierra natal.

                                 ANÁLISIS DE LA OBRA POEMAS CON NEUROSIS

Este poemario de 60 hojas con prólogo de Ricardo Dino Taralli y financiado con el apoyo de la Dirección General de Cultura de la Provincia, se publicó en el año 1973 con ilustración de tapa del plástico Juan Francisco Grupalli. El libro está conformado por tres secciones perfectamente definidas en el marco de la temática abordada, en las que el autor ordena el contenido de su obra de la siguiente manera:
1-      Con neurosis : sin respuestas interiores  
2-      2- Con neurosis sin vos ....mi pensamiento
3-      3- Con neurosis más allá de la muerte 
Estos poemas compilados en la obra, fueron escritos en los albores de la juventud del autor, más precisamente entre los 16 y 22 años, quizás por ello la introducción hace referencia a la " rebelión del joven... ", metaforizando la poemática como " un arma legal " de lucha,  de combate.  Brevetta Rodríguez más que un prólogo introductorio de su obra, parece haber realizado un manifiesto de tono político y combativo: " Escribo para los desesperados, para los comprometidos... los conformistas que siempre esperan el sueño de lo vano"
Por eso se justifica cuando dice: " Esta es mi lucha...ésta es mi espada, éste es mi drama, éste es el libro del pueblo". Y el mismo en su prólogo, revela la intención con que fue escrita la obra  cuando afirma seguro que: " Ha de contribuir a la definitiva integración cultural de esa literatura nuestra que la Argentina nos reclama y nosotros tardamos en otorgarle”.
He ahí, una forma de vaticinio en la inconsciente proyección exterior del hombre político previo a la maduración de la obra poética que nos ocupa y que sin quererlo tal vez, adelantó etapas de un futuro impredecible, que después el tiempo se encargó de confirmarlo.
                                                  
                                         SIN RESPUESTAS INTERIORES

Comienza el poemario desde el análisis profundo de la condición universal aludiendo al descubrimiento del hombre en su interior que...
                                        “no tiene escapatoria y se retuerce
                                          y muerde los peldaños de la farsa.
                                          Impotencia uniforme.
                                          Calentura que nace en las entrañas..."
Es decir que el sentimiento del yo y su circunstancia como lo rescata Ortega y Gasset, es atrapado por el autor, quien descarnadamente acierta cuando dice que esa condición:
                                      
                                       “....Es la que sangra por dentro y se la aguanta..."
La adolescencia del autor y sus primeros juveniles años, lo descubren buceando su mundo interior, interrogándose muchas veces sobre su propia existencia que parece condicionarlo en todo momento:          
                                          "...No me encuentro sabor,
                                           Soy insondable..."

Manifiesta a manera de sentencia y no logra escapar al influjo de una suerte de mística becqueriana que nunca deja de influir en los poetas jóvenes cuando dice:  
                                           
                                           " ..De asquerosas esencias creo estoy hecho
                                            cuánta fiebre podrida contamina
                                            mi anormal estructura de defectos..."

El joven autor es consciente de sus propias limitaciones pero disfruta de la particular realidad que le tocó asumir en el rol jovial y disconforme, según las circunstancias de la época en que era preciso no escapar del tiempo efervescente, ni de las trivialidades del momento:   
         
                                            " ...Mas allá de las cosas cotidianas
                                            de los absurdos y de los planetas
                                            más allá
                                           de los lazos ancestrales
                                            descansa mi cabeza"...

Por eso, no deja de reconocer su actitud de enfrentamiento ante el devenir permanente que lo va formando entre la realidad del mundo y su instinto seguro y eficiente.
Sabe que no hay tiempo suficiente para la elaboración de un cuadro cultural que comprenda la ansiedad de ese pueblo, al que nombra y  le duele, más  la urgencia de una hora cargada de sobresaltos y pesimismo, en que el país y la provincia se debatían entre la intolerancia y el autoritarismo, por eso sabia que no eran tiempos para soñar. A ello se refiere cuando dice:

                                        "... Aquí estoy Yo,
                                         de pie sobre la tierra ..."

La primera parte del libro transcurre, como lo expresara, en la búsqueda del hombre por el hombre, y el contenido sustancial de lo que sucede en la vida de un poeta que pese a su juventud, sorprende por sus variadas vivencias y el manejo de un lenguaje que no pierde vigencia  porque sus giros idiomáticos, como el cuerpo metafórico, se reciclan en sí mismo, en el curso de estos últimos 30 años que parecieran no haber transcurrido.
Sin duda la obra también está matizada con el tinte retórico de las profundas cuestiones existenciales que suelen atrapar a quienes se inician en la escritura.
Pareciera que la búsqueda de respuestas a interrogatorios de neto corte espacio - temporal, lo guían por el camino concatenado de una poesía cruel, azarosa, pero dúctil, inquisidora y sincera, pues detrás de cada pregunta, se esboza una contestación que ilumina el contenido de la poética.
                                                 " Moriremos al fin
                                                   en cualquier parte
                                                    ¿Para qué más seguir buscando el arte
                                                    si ya nada nos queda por contar ?
                                                   ¿Dónde existo ansiedad?
                                                   ¿Voy por camino incierto?"

Así el autor concluye la primera parte de su libro revalorizando el don de la escritura y cerrando el soneto se pregunta: ...

                                                    “Mi corazón sediento clama herido
                                                      Por saber si soy hombre o soy poeta..."  

                                            
                                       CON NEUROSIS SIN VOS MI PENSAMIENTO

En la segunda parte el autor ingresa por un camino en donde la melancolía y la pasión se encuentran en un punto culminante que no resulta aventurado concluir en que el romanticismo se apodera de este segmento de siete poemas elocuentes y melodiosos. 
Las viejas reminiscencias de los poetas argentinos de principios del siglo pasado deambulan como fantasmas sobre los versos exactos y melodiosos que se entremezclan en rima y ritmo, adelgazándose hacia el final sobre la construcción de versos motivadores y contundentes que casi siempre coinciden con el título de la obra. 
Sin duda que el autor elaboró su poesía desde el título en coincidencia con el final, porque no se evade de la temática inicial en ningún momento y por qué comienza a descifrar un criterio que concluye con el objetivo propuesto, encadenando las figuras poéticas hasta hacer que el lector encuentre un final previsible y espontáneo, es decir que estamos ante la presencia de un poeta clásico que se escapa  de los conceptos habituales cerrando su trabajo como si se tratase de una elaboración de la época  en que los grupos literarios  pugnaban por la claridad de la escritura :

                                                   “Son las doce
                                                     tu nombre
                                                     se ha dormido en mi boca ..."

La mística del sentimiento herido no puede anteponerse ante esa realidad devoradora que vive el sentimiento en ese mundo desconocido y cruel que es la adolescencia. 
 No se puede ignorar que a pesar de la escasa experiencia de vida, al tiempo de la concepción de la obra que nos ocupa, el autor logra trascender a ese estado carente de vivencias y enseñanzas que signan el momento de la elaboración poética, lo que sin embargo no le resta el poder prever situaciones que seguramente habrán de acontecer en el futuro, sentenciadas aquí como acierto y vaticinio:     
                                                "...Mañana abra dolor
                                                 y no veré tu risa frente al viento...
                                                 y morderé mis labios indecisos
                                                recordando quizá todo lo incierto
                                                que calló tu dolor
                                                 y no me dijo...!"

Muchas veces aparecen en este segmento, metáforas logradas en base a la creación espontánea e informal que trasunta un fondo cargado de imágenes pesimistas, agresivas pero también esperanzadoras, porque se advierte que desde el rencor de lo a veces imposible, emana la ternura y desde el sinsabor se arriba al reconocimiento de tiempos que fueron el recogimiento de mieses y esplendor, que es lo mismo que decir o reconocer que algo que duele y nos hiere, también puede causar cierto placer y bienestar. Quizás por ello es que el autor hace uso de licencias nada ortodoxas para expresar la motivación que lo conmueve (gerundio)
                                   " Me he quedado escribiendo en la casa vacía
                                     con las manos ardiendo
                                     Y los ojos despiertos
                                     Con la noche de mesa
                                      me he quedado escribiendo...
                                     con tu nombre en mi boca
                                    me he quedado durmiendo..." 
El sentido de la practicidad  también está presente en el armado de la poética, porque lo material no está reñido con el sentido de la espiritualidad, es por ello que resulta oportuno advertir cuándo el autor se despoja de sentimientos prometedores para incursionar, sin perder sus esencias, en el campo pragmático de la realidad que lo circunda y lo obliga a sostener situaciones no queridas, cargadas de realidad y desazón, cuando advierte que el sentimiento se vuelve inútil cuando éste no puede ser compartido :

                               " De qué me sirve
                                 ahora tu recuerdo
                                 si ya no estás conmigo...
                                 De qué me sirve
                                  tu imagen en mis ojos
                                  y tu palabra en mi angustiado verso.
                                 De qué me sirven
                                 todos mis lamentos ..."

El cierre del segmento referido al romanticismo  es sin más otro hecho vivencial que pregona el autor desde sus sentencias y aproximaciones al universo personal de la intimidad, en que la búsqueda y el arcano es moneda corriente que se reitera como signo indiscutible de la temática propuesta:  

" Era todo mi encierro
un desencuentro
donde estaba
mi duda y tu tristeza...
Justo al final
del lánguido poema..."


           CON NEUROSIS MÁS ALLÁ DE LA MUERTE

La tercera y última parte del poemario está centrada en el tema del existencialismo en donde busca trascender la vida hasta posesionarse mucho más allá de la muerte a quien no teme y la asemeja a una mujer. 
La creación parece no tener límites  cuando desgrana la posibilidad de desmitificar lo cierto de morir, aparentándolo con los ojos de una bella mujer, es decir que se produce una suerte de traslación de metáforas quitándole seriedad y oscurantismo a un tema siempre expectante, para convertirlo en un anhelo interior que tarde o temprano habrá de convertirse en realidad. Es cierto que el dolor lastima, pero en este caso, de una manera sutil y sensual:  

                                               "la siento en mí como el sufrir de un daño
                                                con letra de poesía y música de canto..."

El manejo del verso y  la proyección intelectual que se avizora en este soneto da cuenta de que el autor ha reflexionado en su interior y tal vez a partir de esa internalización sale a jugar con la bondad de un ritmo convincente y certero en la hora de las definiciones:

" Será cuando comprenda al fin que creo
en toda su hermosura sobrehumana
porque sin conocerla la deseo..."

Brevetta Rodríguez, se muestra como un poeta apesadumbrado y disconforme en el momento de exponer a cerca de la temática espiritual, quizá porque un extraño misticismo no lo conforma del todo y lo proyecta a medias en el mundo de lo estructural.
Se revela, no quiere y aborda ese inconformismo permanente que parece desbordarlo, por lo que busca la síntesis y el remate en sus sentencias cargadas de frustraciones, a veces y de rebelión juvenil e irrevocable: 

" Señor te pido...
en esta soledad en donde lloro.
Devuélveme la fe de venerarte
Guardadme de tu altar sólo una parte
O matadme... Estoy cansado de vivir...!

Pero también sorprende el alto grado de madurez alcanzado por el joven escritor cuando reflexiona a cerca de la vida y la circunstancia de su existencia disconforme y rebelde que expande por su obra, justificándose al parecer, por no alcanzar a conocer parte de antecedentes elementales que circundan a su alrededor, porque pareciera que le es más fácil acudir a la pregunta, sosteniendo el interrogante hasta el agotamiento de la temática, que tampoco resulta mezquina en su extensión, pues se destaca que no le son ajenos  los hechos que reseña:  

         "Yo no sé
           si es tan simple como dicen
           marchar sin decir nada
           y dejar todo un mundo
          que hecho a mano
          levantamos ayer..."

Un alto sentido metafórico se mezcla con armonía y precisión con hechos cotidianos, formando una trama expectante y ansiosa que invita a continuar con la interpretación del poema en busca del imprevisto final a los que recurre insistentemente. 
Tal vez la última parte de este poemario es el mejor reflejo de la identidad del autor, porque es el que más confirma su madurez intelectual, remarca su personalidad y lo ubica entre los pocos poetas que tienen en claro una ideología y un rumbo cierto:

“Como he cambiado entonces que te siento tan lejos,
la agonía de saber que ya nunca probare de tus besos
Asociación exacta de mutismo, de virtud y defectos..."

Por ello es que nunca deja cerrada la puerta al riesgo de una sola y fácil interpretación, sorprende porque permite más de un criterio, sabiendo que al final le asiste la razón:


“El final...
Es el mismo que lo pensé hace tiempo.
... porque nadie responde al llamado indefenso
de un hombre que no tiene, donde caerse muerto..."

     Por ello es que sus sentencias de juventud, no pierden vigencia con el transcurso del tiempo y es posible el rescate de construcciones que se abordan a diario, en algunos casos y le son propias en otros:     
"Comprendí que dormidos entre un montón de libros
nos hacemos más viejos que al dormir entre grillos..."

Para el final del poemario, el autor se ha reservado la mejor síntesis del tema abordado, porque plasma dos situaciones concretas, una es la que constituye el recorrido sobre el tema de la muerte como identidad y misterio, la otra es la relacionada con su propia identidad, la que se manifiesta lisa y llana entre los versos escogidos, que siguen con el derrotero del vaticinio y la proyección, en su encuentro con la vida y la liberación definitiva.
Cierra el libro con otra meditación referente a la soledad futura, al hecho concreto de una ausencia como dolor permanente y al inevitable paso de los años, a los que augura crueles e inmensamente descarnados ante el sentimiento pleno y palpitante:

" ...porque ya estoy cansado de este maldito espejo
que me entrega una imagen en donde soy más viejo...”

En fin, puede la poesía una vez más, hacerse sentir tras el paso del tiempo permaneciendo enhiesta, para recordarnos que el talento puede más que el elogio de las cosas impuestas, altisonantes y vanas.   Es que puede la poesía darse el lujo de renacer permanentemente y hacerse sentir en todo momento, en toda circunstancia en que se asoma a las manos de un lector ávido de música y paisaje. 

Aquí descubrimos una parte de la armonía espontánea y límpida de un joven que en su momento, realizó un valioso aporte a las letras Santiagueñas y que hoy permanece en su misma lucha pero desde otra perspectiva, la política, por ello quizá, sentenció que su primer libro fue el fruto de la " rebelión y la memoria" porque la juventud se nutre de ello... y más: 

" y queda agazapado mi corazón vacío
con manto de poeta y exactitud de niño...!"

Hasta aquí se elaboró una apretada síntesis entrelazada de la primera entrega poética Poemas con Neurosis y lo que se conoce públicamente de la personalidad del autor.   El libro encuentra en sí mismo su razón de ser, como perfil de vanguardia de hace, justamente, tres décadas, las que sin lugar a dudas introdujeron cambios significativos, no solamente en lo estrictamente literario, sino también en el marco estructural de las instituciones nacionales.

La letras en Santiago del Estero no cuentan con el fervor que existió de la década del setenta cuando una verdadera explosión de jóvenes ansiosos por hacer conocer sus producciones, pugnaban por un lugar dentro del acervo cultural del momento y ello se debe quizá a la falta de incentivo de las políticas culturales que se vienen llevando a cabo, las que por si solas, hablan de la indiferencia con que se manejan los presupuestos destinados a la educación y la cultura.

La obra comentada fue editada con los aportes de la Dirección General de Cultura de la Provincia, conforme se destaca en la última página del libro, cosa que hoy no sucede, salvo contadas excepciones.  En cuanto al autor, dejando de lado esporádicas incursiones que se conocen a través de los medios, publica artículos de neto corte político y algunos poemas remozados según las circunstancias eligiendo su página web como medio de expresión (www.brevettarodriguez.com ).

 Es una pena que en la actualidad, no podamos contar con el auge literario de otros tiempos, porque sin duda, son precisamente los que vivimos otros tiempos muy distintos a los de otrora. 
Se sabe que Miguel A. Brevetta Rodríguez, mira desde otra óptica y condición lo que se publica en la provincia en general.   
No forma parte de asociaciones, ni grupos de cultura, no participa de concursos, becas, ni citaciones intelectuales, ni pretende ser antologado, ni ser representante o portador de institución o época cultural, ello según sus propias manifestaciones en distintos medios de masiva difusión.

Siempre advierte que en algún momento publicará viejos trabajos que alguna vez asomaron por la editorial, pero que no se plasmaron en  realidad.  Seguramente el periodista Sebastián López, cuando comentó ésta obra en el diario El Liberal (1973), eligió una síntesis premonitoria para cerrar su comentario: "... y no es aventurado arriesgar que ha Santiago le ha nacido un poeta..."


* Trabajo presentado en la Cátedra Literatura Regional. Licenciatura en Letras Universidad Nacional de Santiago del Estero (U.N.S.E.) 

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