martes, 9 de febrero de 2016

MIGUEL BREVETTA RODRIGUEZ: CUARENTA AÑOS NO ES NADA.

Entrevista publicada en la Revista La Columna Año XIX No. 1026 de fecha 8 de agosto de 2013

                                                        Pasaron cuarenta años desde la presentación de su primer libro: “Poemas con Neurosis” (1973), antes había participado de la muestra: “Santiago 7 poetas” (1972), pero ya era conocido en el mundo de las letras porque los dos principales diarios de la época – El Liberal y La Hora – publicaban sus creaciones que se repartían entre, poemas, cuentos, comentarios de libros, de películas, ensayos y notas de la más variada gama. A los diez y ocho años leía sus trabajos leía sus trabajos en la vieja radio L.V.11 – después L.R.A. 21 Radio Nacional- desde donde convocaba a escritores e historiadores del medio a comentar aspectos fundamentales de la problemática nacional y provincial en su programa: “Argentina; Arte y Cultura”. Por ese entonces tenía a su cargo el departamento cultural de la emisora y cuando apenas contaba con veintitrés años de edad, fue designado Director General de Cultura de la provincia, desde donde llegó a presidir el NOA Cultural. Un año después asumió como Delegado organizador del PAMI y al poco tiempo estalló el golpe de estado de 1976 que retiró de la vida pública a Miguel Brevetta Rodríguez, quien retornó años después como asesor del Senado de la Nación.

Lo visitamos en su domicilio al que llama “la casa solariega” donde por espacio de varias horas transitamos un itinerario rico de anécdotas de la vida política y cultural que en síntesis constituye la base de esta entrevista.

LC: Y… pasaron cuarenta años del primer libro y de una juventud bastante trajinada, digamos precoz.
MBR- Fue otro tiempo, muy distinto a lo que se hoy se conoce en la actividad cultural santiagueña. No sé si cuarenta años son muchos, antes el tango decía: “veinte años no es nada”, pero con la inflación imperante, aquellos veinte, serian  los cuarenta de hoy. 
Mi generación militaba desde la adolescencia y tenia sed de participación. Había una efervescencia permanente en los campos culturales que en nada se parece a la realidad de estos tiempos. Los años setenta pretendían un despegue de tinte revolucionario, participativo, que lamentablemente fue acallado por la dictadura.
 
LC: Pero, en realidad, se conocen pocas publicaciones de esa década y es más, digamos que en la actualidad son como ejemplares en extinción.
MBR- Igual que ahora, no era fácil publicar en ese tiempo de manera independiente. Había menos medios que ahora, pocas imprentas y el papel de edición era un artículo escaso, había que traerlo de Buenos Aires. Nuestro país nunca pudo superar el amenazante estado inflacionario. Aquí se ensayaron todas las recetas, tenemos respiros de estabilidad por ciclos cortos y siempre volvemos al punto de partida, es decir a una especie de “tembladeral”, que desarticula la economía y en nada beneficia la expansión cultural.

LC: Que le está faltando a la provincia para insertarse como un eslabón de importancia en el contexto de la cultura nacional?
MBR- Santiago del Estero es una provincia reconocida en el ámbito nacional como generadora de cultura autóctona, pero no logra penetrar desde el conocimiento masivo. Solo trascienden pocos artistas a pesar de que este medio podría un paradigma indiscutido de talentos que podrían cambiar el rostro de lo que se conoce en materia folclórica. La postergación del artista es lo peor que le puede acontecer a un pueblo generador de conocimientos propios, originales, nativos.

LC: Y como se logra llegar a esa preciada meta?
MBR- Con actitud y vocación de servicio. Nada se puede lograr si no se conoce el método, ni el camino a seguir. La cultura, como la educación, requiere una planificación previa, un estudio de bases que pueda enfrentar al ejecutor con la realidad. De ahí en más elaborar un plan y conducirlo hacia la meta deseada, obvio,  contando con los elementos idóneos y un equipo adecuado a tal fin. Nunca conocí ni siquiera un bosquejo de proyecto que se asemeje a estas pautas. La improvisación es mala consejera.

LC: Entonces nos encontramos sin posibilidad alguna de encontrar la solución al problema.
MBR- No, no soy pesimista, ni agorero. Los cambios pueden llegar cuando uno menos los imagina. Solo se requiere escuchar la voz del pueblo. Se debe consultar mediante encuestas, muestrarios, reportajes, etc. que está esperando la comunidad en ese rubro, si hay fallas en la comunicación, olvidos u omisiones. Si están los que deben estar presentes,  si se debe cambiar el rumbo. En fin ejercitar la virtud de la comprensión y del servicio comunitario. Interpretar el sentir popular como una manera de realizar y proyectar nuestro reservorio cultural, que es cuantioso y de valía.

Siempre con la mirada fija sobre el objetivo y la palabra justa y segura, se explaya nuestro entrevistado sobre una temática que domina a la perfección. Se apasiona, piensa, se detiene en pausas largas y prosigue dando ejemplos y aventurando situaciones posibles de concretarse en el futuro. Nunca pierde su sonrisa tan característica ni sus gestos tan marcados de amabilidad.

LC: No hace mucho publicamos su vuelta al “primer amor”, en oportunidad de la presentación de su libro “Como adiós inteligente entre los dos”. Hay otros en la lista de espera?
MBR- Si, hay muchos, porque nunca dejo de escribir, tampoco de componer. Ahora que tengo tiempo suficiente para hacer lo que verdaderamente aprecio, lo dedico al arte.  Estoy corrigiendo mi próximo libro “Disquisiciones”, solo sonetos. También un compilado de cuentos y relatos que me parece interminable, porque siempre me olvido de incluir textos que seguramente – intuyo-  serán buscados por sus protagonistas. Desde lo sugestivo del titulo se puede imaginar: “Cuento con ellas...”, un poco la historia de mi vida.

LC: Y lo de”componer” a que se refiere?
MBR- Precisamente a ello. Tengo una larga dependencia con el folclore pues escribí más de 300 temas entre chamamés, gatos, zambas y chacareras, que todavía andan sonando por las radios a pesar que hace más de veinte años las produjimos y esos CD ya están en extinción. Me refiero a “Personajes Populares Santiagueños” y “Devociones Populares Santiagueñas”. También hay un proyecto de remasterización y de vuelta las bateas.

LC: En ese rubro también hay proyectos por realizar?
MBR- Claro que sí. Estoy trabajando en el segundo volumen de esas obras. Y en otro CD con música y poesía. Es obvio que lo que sobra es voluntad y ganas de trabajar, pero como no recibimos apoyo de ninguna parte, muchas veces resulta oneroso cualquier proyecto, que como en nuestro caso, lo hacemos por amor al arte, sin fines de lucro personal. No conozco que existan dependencias oficiales que se interesen por estas cosas, al menos no en lo que producimos nosotros.

LC: Una más… En lo político hay alguna actividad como para destacar?
MBR- No. Ya hace años que no participo de la actividad política, refiriéndome a la militancia activa. Recibo invitaciones, consultas, proposiciones, pero creo que hay un tiempo para todas las cosas. En fin, uno nunca sabe sobre el devenir de la vida. Quizá pueda participar en el futuro, pero sin cargo público, ni electivo.

LC: Algún deseo escondido o un emprendimiento o algo a mitad de camino que piensa realizar?
MBR- Siempre hay cosas que se van quedando en el camino, a veces por propia voluntad, otra porque requieren tiempo o bien no se dan las condiciones para arribar a la cumbre. Tengo sobre mi escritorios los borradores de un “Manual de Derecho Electoral: doctrina y procedimiento” que desde hace años preparo sobre fallos de la Cámara Nacional Electoral y de la CSJN. Como se trata de un trabajo extenso no es fácil asumir la producción del mismo. Claro, por ahora, porque Yo no conozco la palabra “imposible”. 

                                     C. L.

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