Don Pedro Vozza
Solá uno de los decanos del periodismo argentino tuvo la gentileza de comentar
uno de mis poemas a comienzos de los años ochenta, cuando ya fenecía la última
dictatura. Lo hizo por medio de una carta que creí perdida o quemada por los
vándalos que asolaron la provincia a fines del año 1993. Felizmente la encontré
y tengo el gusto de poder compartirla con todos. Lamentablemente este notable
periodista que distinguió a nuestra provincia cuando se desempeñó como
corresponsal de los diarios: La
Nación (Cap. Federal)
y La Gaceta
(Tucumán) ya no está entre nosotros.
Se lo recuerda como a un referente del periodismo de
nota, sostenida por un notable nivel cultural y una hombría de bien -como se decía antes- digna de imitar y
destacar.
Santiago del Estero, diciembre 26 de 1981.-
Estimado
Brevetta Rodriguez:
Recibo como precioso regalo de fin de año, su poema impreso “Oración por la Justicia ”. Lo
felicito. Es precioso. Tiene Ud., en verdad, talento poético y sabe Ud. traducirlo
en la honda lírica del que ya ha madurado en las sabias esencias filosóficas de
la vida.
El trabajo me ha impactado e instado a reflexionar sobre la cósmica dimensión
de la parábola del Evangelio donde la historia del Cristianismo resume la
verdad de su doctrina No satisfecho con la primera y segunda lectura, he leído su poema muchas veces, cual si fuera un catecismo, un breviario de sabiduría.
.

Me parece Ud., en modesta opinión, por el pensamiento y forma de su
poema, un poeta de estirpe y me enorgullece encontrarlo en el parnaso de los
vates santiagueños.
Disculpe Ud., pero es tan grande mi entusiasmo y satisfacción que la
creación poética que comento, por la grandicidad del tema, me parece
sencillamente culminante.
Nuevamente lo felicito y reciba un cordial abrazo.
P.V.Z.
P.V.Z.
ORACIÓN POR LA JUSTICIA
Los hechos
comenzaron ya hace tiempo
cuando
dijiste la primer palabra
y hablaste de
tu Padre y de los siglos,
de los falsos
profetas que vendrían
a pregonar
insólitos sucesos.
Llegó la duda
y el
devenir constante de los años
te dieron la
razón y creció el odio.
Pelearon los
hermanos y el destino
marcó con
fuego tus consejos sabios.
Tu amor quiso
la Paz , surgió la
guerra
y el eco
fratricida fue escuchado
en todo el
Universo que creaste.
Y desde
entonces tu nombre
se hizo
emblema
te llaman y
nadie te conoce,
te buscan y
es tanto el desconcierto
cuando
advierten que estas
en las
pequeñas cosas,
en el aire y
el agua,
en la sangre
y el hambre,
y en todas
las miserias y grandezas.
Debo fundar
entonces el derecho
en la
naturaleza de los hombres
que no
entienden la histórica parábola
del perdedor
que ofrece su mejilla.
En el arcano
devenir constante
de las
limitaciones existentes
y en la
impotencia por saber si somos
los reyes
permanentes del contexto.
Yo entiendo así, el motivo de pedirte
por mi
hermano sediento que no sabe
por donde
transitar la senda humana,
te pido por
las mieses del tiempo
y el
reencuentro.
Por un amanecer sin amenazas,
por una
convención de voluntades
de todas las
especies del planeta
para que
reflexionen solidarios,
que no hace
falta látigo ni espada.
Te pido por
mi tierra americana
por mi país
que en vano siempre espera
por mi
provincia fiel y vigorosa
que ha
conocido tantos redentores
y sueña
quijotesca en la quimera.
Te pido por mi pueblo entristecido
por una Libertad
imperecedera
y que por
todos los siglos de los siglos
nos albergue
triunfal nuestra bandera.
Proveer
conforme a todo
porque todo
es la vida
la misma
generosa y prometida.
Proveer sino la planta, la semilla.
Proveer sino la planta, la semilla.
Con fe puedo
esperar...
Será Justicia.
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