
Se ha tratado con singular importancia este tema pasando por los mas subjetivos
razonamientos, que vistos desde diferentes puntos ideológicos han concluido
confundiendo la terminología o simplemente deformando el verdadero sentido
informativo o literario, que pretendieron exponer.
En el diario La Nación ,
del 19/08/72, Salvador De Madariaga desde Suiza escribió un articulo, con el
titulo “La libertad de prensa” y quizá sea este uno de los mas acertados que he
tenido la oportunidad de leer, aunque debo reconocer que en parte, el amigo De
Madariaga, también quiere evadirse del tema, introduciendo cosas particulares
que nada tienen que ver con la misión fundamental: ello es la explicación
simple y llana del titulo.
Pero debemos destacar que en uno
de sus brillantes aciertos, el autor manifiesta que: “se enfrentan dos modos de abordar la información; a) el método
objetivo, que aspira a presentar al
publico las cosas como son. Y el b) el subjetivo, que las presenta con cierta y
determinada intención. Sea esto no solo para la prensa escrita, sino también
para la oral y audiovisual, que parecen ser excluidas de las opiniones
generales”.
Hay en esto serias confusiones o malas interpretaciones conceptuales
que a diario resultan ser hábiles armas, con que se juega dentro de los
alcances comprensivos del pueblo, que no llega a sospechar la “maquinación”
obviamente, desde el ámbito intencional.
Mas adelante expresa: “ El
Estado moderno no debe hacer la vista gorda porque la Libertad de Prensa es
algo esencial y teniendo en cuenta que el problema se divide en papel, tienta,
imprenta, distribución, noticias, personal, ventas y publicidad. Nos
preguntamos: ¿Quién puede más? Los Estados deseosos de “meter en la cintura” a
la prensa, no se olvidan del papel, dándolo bueno y abundante a los amigos y
malo y poco a los adversarios, se puede hasta ganar unas elecciones.”
Es cierto que la prensa juega un papel de suma importancia dentro de la
política y no menos importante dentro del quehacer historiográfico de la
humanidad, pero los destinos que nos deben conducir a un futuro prospero, deben
venir de una concientización emanada directamente del pueblo y no de las subjetividades
de los que forman la larga cadena de la prensa que considerando su aporte valiosísimo
en el ámbito de las masas deformando la verdad, no solo falta a la autenticidad
a la que está obligada, sino que ofrece las perspectivas para que un golpe antipopular
se apodere de la conducción nacional, ocasionando un grave mal que seguramente
repercutirá en el orden mundial echando por el piso los sagrados laureles que
un día supimos conducir a fuerza de lucha, sacrificio y lealtad.
Es cierto que algunos diarios y periódicos publican con grandes
titulares crónicas o artículos de muchos que se embarcan audazmente en la tarea
periodística, y en su intento de figuración entremezclan en sus notas,
contenidos que nada tienen que ver con lo que pretenden exponer y en el reverso
se quedan postergados verdaderos artífices de la cultura popular que solo saben
decir verdades irrefutables, marchando a descansar por tiempo indeterminado a
un rincón de los escritorios que después son utilizados como “material de
relleno”.
¿Quiénes son los culpables de estos atropellos contra la fe y la
credibilidad del pueblo? ¿Es posible que se siga confundiendo la “libertad de
prensa” con el libertinaje de opiniones? Creo oportuno un necesario
detenimiento y análisis objetivo de parte de los responsables como la única
manera de integrarse al pueblo. Pues no solo desde hoy surgieron los
inconvenientes prescriptos de parte de los propietarios de los medios de
comunicación, para los escritores que están comprometidos políticamente.
Todos los que aportan bases para la cultura nacional, bien se pueden
preguntar ¿Qué es la libertad de prensa?.
La historia nos ha dado su veredicto al comprobar que los vínculos
existentes entre “diario y pueblo” constituyen la unión indispensable que hace
al desarrollo de un país en camino a su definitiva liberación nacional.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario