viernes, 29 de enero de 2016

CARTA AL ZOCO DE LA BURI BURI: DE ESAS HISTORIAS REPLETAS DE FANTASMAS


                             Dicen que la nostalgia es un asunto de pocos, pero a veces siento que el tiempo, en verdad se ha detenido en una de esas esquinas en donde acostumbrábamos a ver pasar aquellos días que por entonces parecían interminables.

Si, “vivir es ver volver…”, así como vos lo entiendes, creo que estoy llegando todavía a esos mismos lugares, un día cualquiera, también a la misma hora, ¿y quién me cuenta que nada se ha perdido...?

Me dicen por ahí que todo está cambiando, pero sin embargo cuando salgo a despuntar el ocio y me encamino por la costanera, me detengo a buscar ese árbol regordete y una vez más, veo enclavada- como para siempre- el mismo eucaliptos con ese corazón tallado a fuerza de cortaplumas y mi nombre escrito a puro sentimiento junto con el de ella, y me da la impresión que esa herida impresa en la madera blanda, no está del todo cicatrizada aunque casi ya no se la distinga, por oscura y por vieja, son las mismas heridas que sangran todavía sin encontrar motivo.

Te comento y aunque no lo creas, que ayer nomas juraría que lo ví entrar al Chonchón Chazarreta por la puerta de atrás de la Iglesia San Francisco para decirle al padre Alcaráz , que no mezcle la teología con la metafísica porque las viejas, que dicen ser dueñas del primer banco, por la posesión que ejercen sobre él, no entienden para nada sus sermones, y peor aun si el Chocho Gallardo arremete con el “Cristianos Venid” y Cachita González,  desaforado en un solo de voz.

Quise hablar con el Padre Pinel, pero de golpe me di cuenta de que antes mis ojos se había instalado una especie de espejismo, que es lo mismo que presenciar el gesto de la memoria traicionada por una ráfaga de angustia. Por eso me encamine por la Avellaneda, como quien ir hasta la acequia Belgrano y me paré en la esquina de Bala, pensando echarle un vistazo a las novedades del kiosco, pero advertí que ya no estaba a la venta la revista Crisis, ni Panorama, ni el diario La Hora.

Me pareció raro. Miré hacia lo alto y con admiración descubrí que la terraza de la Ideal fue terminada y ya no se escucha mas la música ambiental de Nacho Araujo suavizando las noches de este otoño, quizá porque dejamos pasar la oportunidad de quedarnos adentro habitando ese tiempo sin retorno.

No se si a vos te ocurre como a Serrat cuando cuenta aquello de los fantasmas del Rocín, pero a mi me gusta esta esquina porque presiento que en cualquier momento la veré pasar a Martita Carot rebosante de sol, escondiendo las manos para que nadie se de cuento que le crecieron las uñas para arriba, pasaría Minusa blonda y sonriente, Julia encantadora, Eulalia colegiala y Carmela angustiada porque una vez mas llega tarde a la cita, será María Teresa la de los ojos de color menta, Norita despintada y Silvia distraída con su rostro silvestre y su figura fina como una mariposa dibujada en el viento.

Ellas seguramente se irán perdiendo por la galería del flamante Tabycast, tratando de despistarme, para estropear la fiesta de mis ojos y silenciar el galope de mi corazón; pero esta vez no se van a escapar porque ya le dejé el mensaje al Don Villa, al actor Justo Rojas, a Vaccari y a Osorio que tienen allí una mesa fija tomada en posesión, frente de la librería de la Gilda y si lograsen escabullirse, mas adelante le encargué me informara los acontecimientos, al maestro Victoria o a su inefable perro, a Pete Tula, a Lobito, Rizzo o ha Pancho de la lotería, que no parece, pero lo tiene todo registrado.

Recién le avisé a Julio Montenegro que el sábado haga un poco de tiempo en Trevi y que consiga mesa porque Kililo Alfano presentará nuevos temas de los Beatles, el mismo encargo le deje a Toty Sydow, a Manuel Arce y a Picante Hernández, pero como no son de confiar trataré de avisarle al cabezón Galván y a Pedro Carol ya que a ellos les sobra el tiempo y casi seguro harán pasar una botella de Vodka debajo del chaleco para que la disfrutemos con un poco de limón y Paso de los Toros.

Me dijo Julio Marcos que le devuelvas el libro de Galeano, ese de las “venas abiertas...” porque Tito Quiroga lo está necesitando y el loco Magrassi está un poco engranado con eso de los indio, en fin, no se si Norita, Meky o Mabel te habrán comentado que no les gusta mucho el titulo que le pusiste a tus poemas porque “ La Pelota de la Luna” les da mucha impresión pues afirman que a las cosas femeninas no les cuelga mucho que digamos, a no ser que tengas una explicación mejor, pero te sugiero que los títulos no se explican.

Bueno... te dejo porque ha llegado la hora del asado en lo de Islas y cuando llegas tarde, el inefable Tucho se pone molesto y te toma todo el vino, seguro que a la madrugada nos encontraremos en el bar de Chiquito, así seguimos la charla.

P/D: No te pierdas el ultimo de Charles Aznavour, se llama “Que solo estoy” y dice que a veces ella no nos comprende por eso de los amigos. Claro. Tengo defectos y quien no, vivir no es fácil a mis años. Un abrazo

                                                            MIGUEL.



Publicado en Nuevo Diario, 28 de mayo de 1995.-

2 comentarios:

Alfredo Pelaez dijo...

Mas vale tarde que nunca, muy bueno

Juan Manuel Aragón dijo...

Muy buena recordación