Indudablemente
había en Manzi una definida vocación por las letras, ello fue
reiteradamente evidenciado a lo largo de su vida, y él mismo se encargó
de confirmarlo en toda ocasión que tuvo de definirse a sí mismo.
Es imposible pedirle a un artista que omita
el rumbo que caracteriza la bohemia y Homero lo sabía, así como sabía lo
que sería su vida, su camino, y su huella, una marcha audaz y
comprometida que inició al comienzo de su juventud trajinada y distante
de su provincia natal.
TAL VEZ ALLÁ EN LA INFANCIA.
Su vida habría sido muy distinta, de haberse
moldeado en su Añatuya de entonces. Pienso que la formación de un
artista depende como es lógico, del ambiente en que se adapta el
personaje en su juventud, como las fuentes en donde se informa, cuando
descubre su vocación y sus pasos posteriores.
Homero pudo escribir de otra manera, de haber
vivido sólo en Santiago, pues el ritmo de vida de una provincia, es lo
opuesto al de una gran ciudad. En síntesis, las cosas hubiesen tomado
otro cariz porque a las condiciones la imponen los medios, así lo exigen
y una razón muy especial la constituye, Luís Manzione el hermano mayor
de Homero, considerado por muchos escritores como el mejor sonetista
que haya tenido la provincia, otro de los grandes valores de la cultura
injustamente olvidado.
Luís pudo influir mucho en el estilo de
Homero, pero no fue así. Ambos tomaron caminos distintos dentro de las
letras aunque más adelante lograran hermanarse y esta vez sea el ideal
político quien los una otra vez.
SOY HOMBRE DE LEANDRO ALEM.
“Aquella Fuerza de Orientación Radical de la
Joven Argentina, mas conocida con la sigla F.O.R.J.A y en donde se
alinearon: Luís Dellepiane, Arturo Juaretche, Gabriel del Mazo, entre
otros y que fuera fundada el 29 de junio de 1935, fue la pasión política
de aquel entonces para nuestro poeta. Allí evidenció su lucha y su
fuego interior, pasiones nacidas en las injusticias de una época dura y
triste para el país y por eso el destino de su militancia y quizá
también la declaración inicial de FORJA: “somos una argentina colonial,
queremos ser una argentina libre.”
Homero ya estaba formado cultural y
políticamente. Aun mas, ya luchaba por un ideal. Lejos habían quedado
los años de la primaria. Primero la escuela de Boedo y después el
pupilaje en el Colegio Luppi, de Esquiú y Centenera.” (Aníbal Ford:
Homero Manzi).
También habían pasado los años del Mariano
Moreno y era la Facultad de Derecho la nueva cita del poeta y la nueva
aventura, que no duró mucho tiempo, porque Manzi estaba hecho en la
exacta medida de su tiempo y sus costumbres, consubstanciado con esa
hermosa palabra llamada compañerismo, la causa por la cual fue expulsado
de la U.N.B.A. Seguramente pensó que ya todo estaba perdido, también
las horas de cátedra que tenia en el colegio antes citado.
Había que empezar de nuevo, pero Manzi
decidió seguir la lucha, aunque más adelante llegara doliente al
arrepentimiento plasmado en su poema: Treinta años.
“Cuando me ví expulsado,
quise hacer un recuento
Y tenia un poema y un
amigo entre cien...”
Cuanto dolor hubo sentido el poeta ante un
nuevo revés de su destino, había caído derrotado por ser sincero y
consecuente con sus propias ideas y ya sabia lo que sería su futuro.
Dejó perder la gloria de un destino grande, pero no todo estaba perdido,
pues su juventud era una espada nueva para seguir la lucha y había
mucho tiempo por delante.
ASÍ EVOCO TUS NOCHES BARRIO E´ TANGO.
Después vinieron muchas tantas emociones,
tangos, milongas y valses. También llegó el teatro, el cine y el gusto
de la fama. Allí tantos amigos como Piana, Castíllo, Troilo, Lípesker,
Demare, Malerba, Fernández, Siro, Petit de Murat y tantos otros
muchachos de Buenos Aires que también llevaban el arte “metido” en la
piel como lo llevara Homero.
Hablar de Manzi era para el país de
entonces, lo mismo que hoy decir: Gardel, máxime cuando éste le grabara
su Milonga del 900, inspiración de nuestro poeta con música de
Sebastián Piana editada allá por el 1931.
Después cuenta otro resonante éxito: Fueye
con música de Charlo. Otro de los triunfos de Manzi fue, El Pescante,
junto a Piana donde nuevamente obtiene el segundo premio en el concurso
de tangos realizados en el Teatro Sarmiento en la obra La canción de
Buenos Aires.
Del mismo tiempo son las voces de Amanda
Ledesma, Mercedes Simone, Tita Merello y Libertad Lamarque, después
vinieron otros cantantes que alcanzaron fama gracias a los tangos de
Homero y lo dúctil de sus voces: Alberto Castillo, el cantor de los cien
barrios porteños. Edmundo Rivero que inmortalizara Sur, Floreal Ruiz
con Romance de barrio.También cabe recordar los nombres de Alberto
Marino, Angel Vargas, Francisco Fiorentino y otros tantos valores que
aun continúan en vigencia.
En 1942 llegó el cine con Francisco Petrone, y
su Pampa Barbara. En el mismo año, Enrique Muiño con La guerra gaucha.
Otros de los grandes amigos de Manzi fue Hugo del Carril con quien
compartió el dolor de las luchas políticas y el film Pobre de mi madre
querida – inmortal página de Bettinoti- como también lo hizo
protagonizando el ultimo payador, esta vez dirigido por Homero y Ralph
Papler, allá por el año 1950... un tiempo antes de la desaparición de
nuestro personaje.
Publicado en diario La Hora, 14 de marzo de 1975.-
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