domingo, 17 de enero de 2016

ARGENTINA: LA FE ES LA ESPERANZA DEL FUTURO.


     
          
       Los inusuales giros que se presenten en la política argentina en estos últimos años ha provocado en la conciencia de los nativos reacciones que no fueron previstas de manera alguna por los observadores políticos.
     Los analistas del proceso aseguran que todo se debe a la evolución lógica y necesaria de la humanidad; otros - los más escépticos – sostienen que tal malestar se debe a un clima especial creado por la línea oficialista en pro de sus propios intereses.

     Sea como fuere las dos expectativas; o mejor dicho los dos puntos de vista ya expuestos poco se aproximan a la esencia clave de lo sucedido, pues si el proceso es mundial a la lógica evolución, normal seria que el crecimiento del país se acompañe aparejado de un cambio, demostrando así nuevas expectativas y acusando el impacto del cambio.
    Nada se dio de lo supuesto, por lo que se debe desechar a priori esta hipótesis. En cuanto al otro punto de vista y quizá el mas cuestionado, en donde el oficialismo debe responder sobre su actitud, la probabilidad deja de ser optimista.

     Mal se puede usar la razón para develar una incógnita si el dilema está planteado irracionalmente. Mal se puede adjudicar al oficialismo un “auto golpe” cuando las pretensiones electorales aun no han decaído; es decir cuando el mismo partido se presenta para ser reelegido en un próximo periodo presidencial.

NULIDAD DE LAS HIPÓTESIS.-

    Demostrado está que las versiones circulantes nada tienen que ver con la realidad; no porque resulte imposible determinar la causa que nos llevó a tal fin. Una de las razones que tiene mucho que ver con nuestro mal, es la llamada “crisis moral” desatada a mediados del 74´, que no solo se ocupó de enquistarse en la cúpula política, si no que abarcó todos los ámbitos dejando solo como retribución, un vacío desolador que aun no se encuentra con quien suplantar.
     Si hubo mala fe en la actuación de algunos funcionarios, no quiere decir que toda la manzana esté podrida, las comisiones investigadoras han dictaminado que la acción a seguir es de este tipo penal y de ninguna manera política.

      Por lo tanto quienes violaron el juramento de este estilo, deberán responder ante la requisitoria policial, como delincuentes comunes y más tarde se tendrán que enfrentar con la justicia Divina, del que nadie podrá escapar por más dinero que posea o amigos, cuenten en el exterior.

HAY QUE INTENTAR DE NUEVO.

     De todo lo expuesto surge que el mismo importa un grave hecho delictivo como nunca se vio en los regímenes anteriores y no por la acción de dos o tres delincuentes; el país iniciará la retirada hacia la sumisión y la pobreza. La juventud argentina, está mas allá de estos entretelones que por ahora no son nada claros. Pretenden una unidad incólume que asegure y solidifique las bases sobre las que se sientan nuestras instituciones, dándonos garantíais plenas para ejercer nuestros derechos y cumplir con nuestras obligaciones tal como lo requieren las normas de convivencia.

    Claro está que por culpa de algunos, no debe ser el resto quien asuma las consecuencias y un error no es el final, por lo tanto creo que es éste el momento en que se deben buscar soluciones adecuadas para salir de este mal transe y no ubicarse en la cómoda posición de francos tiradores hacia un objeto que se va consumiendo de a poco.

ES HORA DE ACCIONAR LOS ANTICUERPOS

    Ahora que la enfermedad ganó campo de batalla también ha nacido el momento de crear los anticuerpos para enfrentar la infección. Más no creo que se pueda contra la mayoría, razón de más para insistir con el intento de unificación total de parte de todos los sectores nacionales que pretenden el bienestar del país. 

    Aun pienso que estamos a tiempo para una reacción efectiva en vista de los acontecimientos venideros, para intentar una nueva travesía para volver a llevar a todos a la gran unidad, para insistir en convocarnos manteniendo una vocación de frente amplio y coherente.

    Esta es la oportunidad, tal vez la ultima de mirar hacia el cielo y hacer un balance de nuestra historia y expresar que la Fe, es la esperanza del futuro.-


Publicado en el diario La Hora 1976.-

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