Ya
en diversas oportunidades me he ocupado de ese complejo tema, que al
parecer las autoridades a quienes corresponde su vigilancia parecieran
desconocer, o bien no creer necesaria una urgente intervención en lo que
hace a la cuestión.
La rama que abarca la sociología -muy difundida
en estos tiempos- al igual que lo que se entiende por Ciencias de la
Información, han abordado sobre este tema con particular interés.
Pues, como es lógico, la esencia de la
investigación que es lo que procuran ambas ciencias no pueden ignorar la
notable importancia que estos entes poseen.
Desde que el hombre logró hacerse entender por
intermedio de signos, muecas, gestos, etc. el fenómeno de la
comunicación nacía a la vera de una época remota que no tardaría en
alcanzar latitudes insospechadas.
El transcurso del tiempo, la evolución del
genero, las novedosas creatividades, etc. fueron dando a la humanidad
las pautas precisas y necesarias para que en la actualidad estos medios
sean una realidad imposible de desconocer y menos negar la importancia
que evidencian tener.
PERMANENTE ACCIÓN COMUNICATIVA
El rol principal de los medios de comunicación
masiva es sin duda el beneficio que ofrece a la población, ello
condensado en la información como el elemento prioritario y estable que
hoy – lamentablemente- concuerda a medias con la realidad digo hoy, y no
desde siempre, pues el contacto que los medios establecen con la
comunidad han cambiado notablemente a merced de innumerables adelantos
que en lugar de ir en beneficio del hombre se han constituido en su
contra.
En la actualidad observamos como se tergiversa
la información y como intereses foráneos, aportan sus elementos para que
la verdad sea desvirtuada de acuerdo a sus conveniencias que nunca son
buenas ni provechosas como relación a lo que pretende arribar la causa
nacional.
La permanente acción comunicativa, de la que
hago mención en el epígrafe no es una utopía, es una realidad y
evidente. Pues no podemos ignorar el poder que ejercen en estos momentos
las radios y la prensa escrita.
Pero ahí no termina el problema toda vez que lo
que generalmente difunden estos órganos no son precisamente verdades
inequívocas sino todo lo contrario.
Una prueba de ello serán las notas que mas adelante seguiré publicando respecto al tema y esta vez analizando medio por medio.
LAS CONSECUENCIAS PUEDEN SER DESASTROSAS
Parece ser que nadie advierte en la actualidad
las desastrosas consecuencias que pueden derivar de un “medio
comunicativo” sin control estatal.
Al parecer se ignora sobre el manejo que impulsa
a estos entes, ello aparejado a la escasa importancia que dan los
gobiernos a la prensa y a la cultura.
Día a día, se están sucediendo en el país y en
el mundo, significativos sucesos que teniendo en cuenta el adelanto de
los medios que imperan en el universo, las naciones pueden recibir al
instante cualquier tipo de información, pero no ocurre así, pues a
nuestro país las noticias siempre llegan tarde, cuando no son deformadas
en perjuicio del pueblo y a favor de los intereses antes mencionados.
La historia nos da la razón en cada
circunstancias en que se revisiona acerca del tema, pues las razones
necesarias para poner en descubierto este atropello a la condición
humana y a las leyes que nos rigen se manifiestan si echamos un vistazo a
la acefalía cultural que esta viviendo el país producto del
desconocimiento informativo y la falta de apoyo con que cuenta la
cultura de la Nación.
Publicado en el Diario La Hora, dos de abril de 1975.
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